¿Y si creamos una pequeña Finlandia?

Gaspar Barreras DIRECTOR GERENTE DE PAPELERA DE BRANDIA

PONTEVEDRA CIUDAD

María Pedreda

11 feb 2023 . Actualizado a las 11:32 h.

Una vez que he tenido conocimiento de la sentencia del Tribunal Supremo que permite la continuidad de la fábrica de Ence en Pontevedra, mi opinión al respecto, sobre las consecuencias de esta decisión son las siguientes: 

Creo que es una decisión que va a trascender hacia Galicia y Pontevedra en el futuro. Se superarán localismos muy concretos que no tienen una justificación ni beneficio para la mayoría de la sociedad gallega.

El primer efecto directo e inmediato y muy importante es la consolidación de muchos puestos de trabajo, y cuando digo puestos de trabajo, me refiero a proyectos de vida: no tener que emigrar, no tener que pensar ¿y «mañana qué?»; en definitiva ayudar a mantener una calidad de vida para muchos vecinos de Pontevedra. No solo me refiero a los trabajadores directos de Ence, también a los cientos de transportistas que trasladan todos los días la madera a la fábrica, al puerto de Marín, el cual depende en forma importante de Ence; a los silvicultores, que verían bajar el precio de la madera por disminuir su demanda, etcétera. Se ha evitado con esta decisión un gran desastre humano e industrial, sin lugar a ninguna duda.

En Galicia no queremos más situaciones como la de Ferrol, con el desmantelamiento industrial naval que hubo en su momento. Esta decisión del «sí» apuesta por el trabajo, el esfuerzo, la inversión, la sostenibilidad, el medioambiente... En definitiva progreso y el arraigo de la gente a sus pueblos. La decisión del Supremo le permitirá a Ence no tener que desviar inversiones a otras áreas geográficas. Podrá invertir en la planta de Pontevedra con perspectiva de futuro para mejorar lo que sea necesario y crear nuevos proyectos de negocio. No puedo entender que otros ayuntamientos de Galicia y España esperen ansiosos que Ence decida invertir en su municipio, y Pontevedra lo rechace; que me lo expliquen. Y añado que todos los días se marisquea enfrente y en las proximidades de Ence sin ningún problema. Todas las playas próximas a la industria tienen en verano bandera azul. Entonces, ¿cuál es el problema? No juguemos con las cosas de comer.

También para Papelera de Brandia, la única papelera de Galicia con 213 años de historia, es muy importante esta decisión. Nos ayuda mucho en nuestros proyectos de futuro y colaboración con Ence Pontevedra. Sin Ence el futuro no sería el mismo, seríamos unos perjudicados más en esa desastrosa opción que se planteó. Ence y Papelera de Brandia es una simbiosis que debe perdurar y mantenerse, sin duda. Son nuestros mayores proveedores de pasta, y en la fibra corta procedente del eucalipto les compramos el 100 %. Así pues no se necesitan muchas más explicaciones. Con esta decisión siento que Brandia tiene más garantías de continuidad en el mantenimiento de su trabajo y empleo.

Por último, quiero manifestar lo que para mi es una trascendental oportunidad. Esta decisión puede traer consigo la posible creación de una «pequeña Finlandia» en el sur de Europa y en concreto en Galicia, con un desarrollo industrial de la gran capacidad natural que tiene nuestro territorio de producir madera. Estamos necesitados de dar valor añadido a esta riqueza natural y poder crear otros áreas industriales que ayuden a la Galicia rural. No se puede hablar por un lado de la España vaciada y abandonada, y por otro lado no ayudarla y protegerla. Hay que ser consecuentes. Esta opción de futura industrialización y valor añadido, que está ahí, en la cual hay que trabajar, apostar e invertir, a día de hoy solo la puede llevar a cabo Ence, con unas garantías mínimas de éxito y compromiso. Tiene experiencia, conocimiento de cómo hacerlo, tiene capacidad de inversión y tecnológica para llevarla a cabo y lleva muchos años generando riqueza y bienestar en Galicia. Se ha ganado con creces esta oportunidad y las administraciones deberán verificar y exigir que se cumplan los planes y objetivos a conseguir. Galicia no puede perder este tren, que está en marcha y hay que cogerlo, no se puede perder ni retrasar. Este efecto es de máxima importancia porque en él esta tierra se juega su futuro industrial maderero; no se puede fallar, es una oportunidad única.

Por último quisiera aprovechar la ocasión para dar mi enhorabuena a Galicia, Pontevedra y Ence por este logro y éxito. Seguro que en un futuro próximo, muchas de las voces críticas actuales, reconsiderarán sus opiniones. Ojalá sea así.