Araceli, una asesora fiscal con carácter y ligada a una las familias con más tradición en el comercio de Pontevedra
PONTEVEDRA CIUDAD
Falleció a los 73 años, una edad en la que aún se resistía a jubilarse por lo mucho que le gustaba su trabajo, víctima de una neumonía
08 feb 2023 . Actualizado a las 19:01 h.La familia de A Moda Dabaixo, una de las tiendas más longevas del comercio de Pontevedra, ubicada en la zona monumental, está de luto. Falleció, a los 73 años de edad, Araceli Prados Varela, casada con Carlos Antonio Díaz, que estuvo al frente del negocio muchos años, y madre de Rosi, que actualmente lleva las riendas de la tienda. Pero Araceli, puro carácter, se enfadaría si supiese que se habla de ella como la mujer o la madre de alguien. Porque ella, por sí sola, tenía una historia digna de ser contada. Luchadora y decidida, tal y como la describe su hija pequeña, vivió tratando de hacer las cosas bien, exigiéndose mucho a ella misma y pidiéndole también esfuerzos a los suyos para tratar de cumplir con el cometido de cada uno. «Siempre intentaba que fuésemos las mejores y yo se lo agradezco en el alma, porque nos enseñó a esforzarnos, a ser perserverantes», señala su hija Iria.
Araceli tenía ascendencia pontevedresa. Pero sus padres se habían establecido en Madrid, donde ella nació. Allí se crio y estudió Derecho, en un tiempo en los que ver a una mujer sentada en las aulas universitarias todavía era una rareza. Sus veranos tenían el sabor salado del mar gallego, ya que su familia tenía una casa en Mourente y solía venir de vacaciones. Eso hizo que conociese aquí a Carlos, primero novio y luego marido. La pareja decidió establecerse en Pontevedra porque el comercio que él heredó de sus antecesores era inamovible y, en cambio, ella podía buscar aquí trabajo de lo suyo. Lo hizo, por supuesto, porque tenía claro que quería ser independiente y porque además le gustaba el mundo empresarial y de la asesoría. Trabajó prácticamente toda su vida en Cobián Asesores, en el centro de la ciudad, como asesora fiscal, llevándole las cuentas a muchos clientes que este miércoles señalaban no dan crédito a su inesperada marcha.
Cuando le llegó la edad de la jubilación, se resistió a dejar de lado todos los números y facturas que le habían acompañado a lo largo de su vida laboral. Aprovechó uno de los pisos ubicados encima de A Moda de Abaixo para contar con un pequeño despacho en el que seguía calculando IVA o cubriendo declaraciones a personas cercanas. Combinaba el trabajo con echar una mano de cuando en vez, sobre todo en Navidad, en la tienda textil de la familia y, sobre todo, con la gran pasión que había encontrado en su vida: pasar tiempo con su nieta Sofía, que la adoraba sobre todas cosas cosas, aunque ella no era una abuela de consentir hasta el infinito.
El pasado año le detectaron una enfermedad y en los últimos días a esa dolencia sumó una neumonía que terminó con su vida. Poco amiga de ir al médico, la convencieron de que necesitaba atención hospitalaria. Pero desafortunadamente su llama se apagó el martes,con solo 73 años. Su funeral está previsto que se celebre este miércoles en la iglesia de San Bartolomé de Pontevedra.