Plaga de apendicitis en el Pontevedra CF: tres operados en menos de un mes

Nieves D. Amil
Nieves D. Amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

CAPOTILLO

El entrenador del filial, Jesús Ramos; Rachu y Jaichenco pasaron por el quirófano. El delantero jugó con el primer equipo el domingo y fue operado ayer

07 feb 2023 . Actualizado a las 16:42 h.

Al Pontevedra CF le está costando levantar cabeza. Cambio de entrenador, lesiones y ahora operaciones. Dos jugadores del filial, que alternan con el primer equipo, y el entrenador del filial, Jesús Ramos, pasaron por el quirófano para que le extirpen el apéndice en solo un mes. «Parece que nos vio una bruja», decía esta mañana el técnico granate al preguntarle por su estado de salud y el de su plantilla. Esta «pandemia» de apendicitis que arrancó tras el día de Reyes todavía tiene en jaque al filial del Pontevedra CF y también afecta al primer equipo. Rachu fue el primero encontrarse mal. Y su caso es, además, el más grave. Tras él, le tocó al entrenador y por último, a Valentín Jaichenco. Acababa de salir del partido contra el Celta B, cuando un dolor abdominal lo metió de cabeza en el quirófano. «Cuando me dijeron que Valen se encontraba mal no me lo podía creer, parece que es contagioso», reconocía Rachu esta mañana.

Él sigue de baja. Un diagnóstico fallido convirtió su apendicitis en una peritonitis de la que lo intervinieron el 8 de enero después de pensar que tan solo tenía una gastroenteritis. «Vomitaba todo lo que comía y me encontraba mal, pero en el PAC de Caldas me dijeron que era una gastroenteritis y me mandaron para casa. Al día siguiente estaba peor y en urgencias de Montecelo me confirmaron que era apendicitis», explica el mediocentro granate, que al entrar en el quirófano la situación empeoró y ya sufría una peritonitis. Seis días ingresado y una recuperación aún más lenta es el resultado. Ahora se encuentra bien, pero no puede hacer esfuerzos. Todavía tiene que ir el próximo 21 de febrero a una cita con la cirujana para ver cuando puede retomar la actividad. «Tengo tantas ganas de volver que hasta le digo al míster que me voy a poner a caminar alrededor del campo mientras ellos entrenan», bromea Rachu.

No sabe cuándo volverá, pero el míster cree que al menos tendrá por delante un par de meses. Tampoco podrá contar para el primer equipo. Durante la pretemporada estuvo entrenando a las órdenes de Antonio Fernández y desde arriba tiran de él cuando hace falta, como tuvieron que hacer con Víctor Casais el pasado fin de semana en Balaídos. 

Ramón Leiro

Tras el susto de Rachu, el Pontevedra CF B recuperó la actividad para seguir peleando por el liderato del grupo sur de Preferente. Y entonces le tocó el turno al míster. «No sé lo que se sufre cuando se da a luz, pero este dolor me tiraba la suelo», recuerda Jesús Ramos sobre los efectos que dejó en él la inflamación del apéndice. Su intervención fue solo unos días después de la de Rachu. El 13 de enero lo operaron en el Hospital Quironsalud Miguel Domínguez. En su caso no hubo vómitos ni fiebre, tan solo un dolor insoportable en la zona baja del abdomen. «Yo ya he vuelto al trabajo porque no tengo la exigencia física de un jugador», explica Ramos, que ahora dirige al filial después de haber entrenado al primer equipo y ser el segundo en el banquillo de Luismi. No se podía creer que en tan solo una semana hubiese dos personas del mismo equipo operadas de lo mismo. 

Y siguiendo el refrán de que no hay dos sin tres, hubo uno más. Con Rachu de baja y Ramos intentado recuperar la normalidad (se perdió solo dos partidos de los suyos), todo parecía recuperar la normalidad en la plantilla del Pontevedra CF hasta este fin de semana. El primer equipo estaba en cuadro sin Rufo ni Brais Abelenda por lesión y Toni Otero convocó a Valentín Jaichenco para intentar reforzar en punta al equipo. Aunque eso sería otra cuestión, teniendo en cuenta que Charles estaba en el banquillo. El canterano todavía defendió la elástica granate frente al filial celeste. Salió en el minuto 61 para sustituir a Alberto Rubio. Tras salir del encuentro comenzó a sentirse mal y ayer lunes fue operado de apendicitis. Todavía continúa ingresado y tendrá por delante, al menos, un par de meses de recuperación. Jesús Ramos pierde dos piezas clave de su esquema y Toni Otero, la posibilidad de sumarlos a una causa, la de la permanencia, que cada vez se pone más cuesta arriba.