El Pontevedra CF se entierra aún más al caer ante el Unionistas (0-1)

Era un partido para ganar. Valía más que tres puntos y Antonio Fernández quiso engancharse al efecto sorpresa sentando por primera vez en toda la temporada a Miguel Román y poniendo sobre el reina Sofía a Derik Osede y Álex Masogo en el lugar de Luis Martínez. Era la enésima alineación en la despedida de una primera vuelta que arrancó tan mal como acabó y que pone contra las cuerdas a Antonio Fernández. El Unionistas, con las mismas debilidades de cara al gol que el Pontevedra CF movilizó a su afición para convertir el Reina Sofía en una trinchera. Ellos sí eran conscientes de la importancia de puntuar. El premio, salir de la zona de descenso. Pero cuando hace falta sumar, el Pontevedra resta.

Le faltaron un par de minutos a los locales para asustar. Y mucho. Prácticamente desde el punto de penalti, sin que la defensa pudiese controlar el balón, Juanpa recibió un centro de De Miguel y remató dejando en evidencia el trabajo de los zagueros que no fueron capaces de cubrir a Cacharrón. El portero granate, molesto con la acción, obligó a ponerse las pilas al resto del equipo. No volvió a haber una oportunidad tan clara durante la primera parte, salvo la que llegó en los pies de Charles ya sobre la bocina. Un centro de cabeza de Yelko Pino al delantero brasileño que la envió desviada.

Lejos de servir para reaccionar a la vuelta de vestuarios, el Pontevedra CF saltó al campo con los mismos problemas sobre el terreno de juego con los que se despidieron. No hizo falta más que una acción para que el Unionistas burlase la defensa granate y subiese un gol tan sanador como salvador.

Óscar Sanz fue rápido al recoger el balón que botó dentro del área y quedó suelto para meterlo al fondo de la malla. La igualdad en el juego que hasta ese momento había dominado el encuentro, se esfumó y el Unionistas supo gestionar la ventaja.

Agotó los cambios

Con el 1-0, Antonio Fernández reforzó el ataque con la entrada de Martín Diz y Rubio por Brais Abelenda y Derik Osede. Y apenas unos segundos después, De Miguel encendió todas las alarmas de los granates al quedarse en un uno contra uno frente a Cacharrón, que salvó la sentencia en el Reina de Sofía. Le daba una vida extra para intentar dar la vuelta al marcador, pero no la supieron aprovechar. El Unionistas, sin embargo, siguió insistiendo. Metió velocidad y dejó sin argumentos al Pontevedra CF. Viendo que los minutos se agotaban, Fernández exprimió los cambios sin dejar de dar una imagen descafeinada que los entierra en el peligro.

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