El Mallorca tuvo que «roelo» en Pontevedra (0-2)

Nieves D. Amil
Nieves D. Amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Capotillo

Los granates cayeron en la prórroga por dos goles después de pelear de igual a igual durante 90 minutos

05 ene 2023 . Actualizado a las 00:38 h.

Confianza contra velocidad. Así podría resumirse el partido de dieciseisavos de final que convirtió Pasarón en una fiesta, en la mayor fiesta que vivieron los granates en los últimos años. Querían soñar y sabían cómo hacerlo. El Mallorca tuvo que recurrir a sus pesos pesados, de partida en el banquillo, para hacerle frente a un equipo dispuesto a ser un matagigantes.

Los granates salieron con la confianza que le faltó en muchas ocasiones, mientras Javier Aguirre alineó a un once poco habitual. Entusiasmaron a la grada. El Mallorca llegó a Pasarón herido tras caer ante el Getafe el pasado fin de semana y necesitaba reencontrase para remontar el vuelo antes del partido contra el Valladolid. Al otro lado, el Pontevedra CFsacó a su equipo de gala, aunque sentó de partida a Rufo y Charles, como queriendo guardar esa artillería. Con tres centrales intentaba cortar la velocidad de Grenier y Kadewere en la primera parte, que se apoyaron en balones largos que generaban peligro constante en el área de Álvaro Cortés. El primer aviso lo haría Álex González para los locales, con un disparo que se fue por el lateral hacia la grada de fondo. Con esa advertencia dejaba claro que esta noche llegaban para ganar. O al menos para pelearlo. En la siguiente jugada, Oier salvó casi sobre la línea de gol un disparo de Grenier y el toma y daca de ocasiones no cesó-

La velocidad que puso el Mallorca no ahogaba a los granates, que se crecían en cada jugada poniendo ocasiones y emoción en un estadio que se volcó en cada jugada. Y las hubo, en los pies de Martín Diz, pero también en la línea defensiva con acciones que impidieron que la apisonadora vermellona arrollase a los locales. La acción más peligrosa llegaría con un balón largo que se quedó suelto frente al área y en el intento de sacarlo de Cortés, inconmensurable durante toda la noche, el portero acabó en el suelo por una dura entrada de Kadewere, que lo dejó tocado el resto del encuentro.

Ya en la segunda parte, el partido metió una marcha más. El Pontevedra CF ganó intensidad, si todavía era posible, y a los pocos minutos Antonio Fernández reforzó el ataque con Rufo y Brais Abelenda en la ofensiva. Les tocaba ser los protagonistas y asumieron ese rol haciendo un partido de alternancias de un área a la contraria. Era ya un duelo de igual a igual entre dos equipos que querían clasificarse para la siguiente ronda de la Copa del Rey. Pero bajo palos el Pontevedra tenía a Álvaro Cortés, que salvó una de las ocasiones más claras del partido y que llevó al banquillo del Mallorca a pedir penalti por una supuesta mano con la que Samu Araújo despejó del segundo palo un balón que se veía dentro.

Con la grada en pie una vez más, llegó la primera jugada del infarto de la recta final con una acción embarullada en la que a punto estuvo de adelantarse el Pontevedra CF. Y apenas cinco minutos después, con Charles y Seoane ya en el campo, tres córner encadenados estuvieron a punto de desequilibrar un partido que hizo de nuevo vibrar a un Pasarón volcado. Con el tiempo ya agotado, el Pontevedra CF apuró el final para forzar una prórroga que se le podía hacer larga en un campo muy afectado por la lluvia.

Volvieron al terreno de juego con el mismo esquema y las misma ambición, pero un error de Diego Seoane dejó vía libre a Muriqi para que centrase a Abdón y anotase un gol que dejaba huérfano de Copa al Pontevedra CF. El balear protagonizó el gesto más desafortunado de la noche al acercarse a la grada de fondo para lanzarle un beso a los hinchas granates.

A los pocos minutos, otra vez desde la misma banda y con Muriqi, de nuevo como protagonista, el Mallorca sentenció una eliminatoria en la que el Pontevedra mereció mucho más. Obligó al Mallorca a vaciarse para poder pasar de ronda y se fue al vestuario con la ovación de la grada.