El viaje de ida y vuelta de Juven

álex Dávila PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Cedida por Juvencio

El entrenador pontevedrés fundó la ACD A Seca Tunja en Colombia tras superar un cáncer por segunda vez

02 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La trayectoria de Juvencio, Juven, Esperón Castro (Pontevedra, 1981) en los banquillos del fútbol sénior no es muy larga. Este año afronta su primer reto al frente de un «equipo adulto» al tomar las riendas del Zacande en Segunda Galicia. Pero el nombre de Juven está y estará siempre ligado al de uno de los clubes cantera del fútbol pontevedrés, el ACD A Seca, club al que todavía hoy sigue perteneciendo. Esto ha sido así incluso en el extranjero. La vida, el amor y el destino llevaron al hoy también técnico del equipo infantil de A Seca a cruzar el charco en busca de nuevas experiencias en Colombia. Allí puso en marcha el proyecto de dejar el particular legado de A Seca en una poco futbolera ciudad de montaña del país cafetero.

Nació así el ACD A Seca Tunja, equipo también de clara vocación formativa que surgió con el objetivo de transmitir los valores, la historia, los colores y el escudo de la entidad de la ciudad del Lérez en esta región que es capital del departamento de Boyacá, en plena cordillera de los Andes. Era 2020 y la Agrupación Cultural Deportiva A Seca, equipo que por aquel entonces mantenía un convenio de colaboración con el Atlético de Madrid, podía presumir de tener una segunda sede al otro lado del océano.

Juven encontró en Tunja mucho más que la opción de formar un equipo desde cero. Encontró una oportunidad nueva para renovarse después de que la vida le golpease con dureza al verse obligado a operar por segunda vez un tumor cerebral que le detectaron en 2017. «Tunja es una ciudad universitaria como puede ser Santiago. No es realmente una ciudad muy futbolística, pero con ayuda de mi mujer allí monto la escuela. En Pontevedra fui director deportivo ocho años y con esa experiencia decido empezar desde cero allí. Puse publicidad de que era una escuela española, con metodología española y fuimos poco a poco. Nos frenó la pandemia, pero al reanudar el proyecto después de un tiempo nos fue bien. Llegamos a finales de campeonatos y jugamos contra equipos como el América de Cali», comenta Juvencio de su gran aventura americana.

Tratando de dejar el pasado atrás y con la gasolina del amor por su pareja, de nacionalidad colombiana, como el mejor combustible para saltar al vacío del cambio de país, el entrenador se volvió a ilusionar en 2018 viviendo un fútbol muy distinto, un fútbol más pasional y en el que los medios y los recursos que tienen en los clubes cantera en España brillan por su ausencia. El ACD A Seca Tunja compartía escudo, colores y equipaciones, pero ni las canchas de juego ni las instalaciones de entrenamiento eran parecidas a las que disfrutan hoy los jóvenes futbolistas en los campos de entrenamiento de A Xunqueira.

Ilusión por jugar

Esa ilusión por jugar y disfrutar del deporte fue lo que le devolvió la ilusión al hoy entrenador del Zacande. «Aquello no tenía nada que ver con lo que tenemos aquí en España. Tenía a chavales en el equipo que se hacían dos horas y media de autobús desde sus pueblos para llegar a Tunja y poder entrenar. Algunos pedían dinero por las calles para venir a entrenar y otros cuidaban ovejas desde las cinco de la mañana», comenta el entrenador del bum que supuso la creación de un equipo de «metodología española» en esta ciudad.

Hoy el círculo está cerrado. La experiencia colombiana resultó un éxito para Juven, que dejó un trozo de Pontevedra en una ciudad a más de 2.500 metros de altura. La particular A Seca de Tunja queda en manos locales, gente que se formó bajo la tutela de este exprofesor y superviviente al cáncer. «El proyecto sigue en marcha. Lo dejé en manos de la gente que me estuvo ayudando, padres que echaban una mano y entrenadores de otras escuelas que vinieron a aprender con nosotros. Ellos siguen ahora con ello, son gente muy humilde a la que le gusta mucho el fútbol. Ahora quizás es más difícil para ellos porque allí valoran mucho más lo de fuera que lo que es de allí y los entrenadores españoles estamos muy bien valorados», lamenta Juven acerca de la actual situación de la escuela de fútbol.

Tras empaparse de la vida y la cultura colombiana, hace un año sintió en carne propia la morriña del gallego en las Américas para regresar de nuevo a casa, a la que siempre fue su casa, un ACD A Seca que en Pontevedra le volvió a recibir con la misma sonrisa con la que lo despidió tres años antes. «Mi experiencia personal fue impresionante. Fue una manera de empezar de cero y yo quería quedarme allí, no estaba nada mal allá. Pero, por desgracia, con el tema de mi salud y los controles de todo lo que tuve, mi neurocirujano me recomendó que era más conveniente que regresase», recuerda.

Hoy Juven presume de historia personal y también de inmejorables noticias en los controles con sus médicos. «Soy un milagro andante. En su día, cuando me detectaron todo, me dieron cuatro meses de vida». Pero Juven aquí sigue, enfrentándose a los retos que le pone la vida y contando el mejor final tanto en lo deportivo como en lo vital para este capítulo de su historia a la que todavía le quedan otros tantos por escribir.