«El eternauta», la restauración de una joya del cómic de ciencia-ficción

PONTEVEDRA CIUDAD

La nueva reedición de la obra cumbre de Oesterheld y Solano López está disponible ya en Pontevedra
04 dic 2022 . Actualizado a las 14:43 h.Desde hace unos días, el principal exponente del cómic de ciencia-ficción argentino ha recalado en las tiendas de Pontevedra en una versión restaurada por Pablo Sapia. La historia de esta versión remozada de El eternauta, la obra cumbre de Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López se remonta a hace exactamente un año. Fue el 1 de enero del 2022 cuando Planeta se hizo con los derechos de este cómic.
«La intención de la editorial fue ampliar la llegada de la obra a toda Hispanoamérica, ya que las ediciones anteriores (en castellano) estaban limitadas a distribuciones exclusivas para España o Argentina, con muy limitada llegada a otros países de habla hispana y, al mismo tiempo, hacer la mejor edición posible en cuanto a calidad de reproducción y experiencia de lectura», refiere el propio Pablo Sapia en relación con una cómic cuya edición original se publicó en la revista Hora Cero, de Editorial Frontera, entre 1957 a 1959, con un promedio de cuatro páginas semanales. Tenía «la típica estructura de folletín que cierra cada capítulo con el clásico ‘continuará'».

Dos años después se produjo la primera reedición para la editorial Ramírez / Vea y Lea S. A., en la que no solo se eliminaron las viñetas de inicio de cada capítulo, sino que también se hizo lo mismo con otras del final que «se consideraron redundantes a efectos narrativos y obtener una lectura más fluida». De igual modo, «los legales de la revista —número de ejemplar, fecha, franqueo de correo...—» se colocaron durante un tiempo, «por cuestiones de espacio, sin duda», en el lugar correspondiente a la última viñeta del capítulo. Esto provocó que quedarán espacios en blanco, remarca Sapia.
«Naturalmente, al eliminarse viñetas de la obra, la estructura de tiras de cada página fue cambiando por el remontado de una importante cantidad de dibujos, práctica habitual en cualquier editorial de historietas de los años sesenta, tanto en Argentina como en España, a la hora de adaptar una obra a otro formato de publicación diferente al original», añade.

Fueron ajustes, que el propio Pablo Sapia , señala que eran habituales y venían determinados por los tiempos de trabajo y decisiones estéticas editoriales. «Era un material que tenía que salir a imprenta, un producto comercial, y las soluciones estéticas a la hora de retocar las páginas siguieron ese criterio, con los tiempos de entrega cronometrados», explica.

No fue hasta 1976 que no se comercializó la primera edición en formato libro de la mano de ediciones Récord. «Esta y todas las ediciones posteriores, en cualquier idioma, mantuvieron las modificaciones de 1961 a la obra original», algo que la monumental reedición de Planeta corrige.
Originales desaparecidos
Fue por esta época, entre finales de los setenta y principios de los ochenta, los dibujos originales desaparecieron. Esto provocó que las ediciones posteriores hasta el 2015 tuvieran como punto de partida reproducciones de revistas antiguas.


Con la llegada del siglo XXI, un editor italiano confirmó a Solano López que la mayor parte de los originales de El eternauta «estaban en posesión de un par de coleccionistas italianos». El dibujante y los coleccionistas mantuvieron una serie de conversaciones, «pero desgraciadamente, por cuestiones legales, nunca se llegó a un acuerdo y los originales nunca fueron devueltos a su autor», subraya Pablo Sapia, quien resalta que, en todo caso, Solano sí consiguió que estas personas accedieran a facilitarle una copia digital en alta resolución.
Hay 35 páginas que permanecen perdidas.

Pablo Sapia: «'El eternauta' es una obra que no deja de sorprender y gustar»
«En principio, no puede recuperarse lo que no está perdido, ¿no?», responde Pablo Sapia cuando se le pregunta por la recuperación de un clásico como El eternauta. Se trata de una obra que «tiene la virtud de que desde que se editó como libro, en 1976 no ha dejado de reimprimirse, incluso en ediciones piratas, en momentos en que las ediciones legales agotaban sus tiradas». A lo largo de los año se ha editado en italiano, francés, inglés o, la más reciente, en chino. «¡Por supuesto, también tuvo edición española! Sin duda es una obra que no deja de sorprender y gustar a los lectores que la descubren», añade.