Los médicos de Pontevedra rompen relaciones con Sanidade por la situación de primaria

Rompen todo tipo de relación con la Consellería de Sanidade hasta que cambie el equipo de este departamento de la Xunta que dirige Julio García Comesaña. Fue el acuerdo que adoptó este martes, por unanimidad, el pleno de la junta directiva del Colegio Oficial de Médicos de Pontevedra. En un duro comunicado difundido este miércoles, la dirección de la entidad cuestiona el proceder de la consellería, a la que acusa de aplicar ocurrencias en lugar de soluciones reales y de vivir instalada en una realidad «falsa y fantasiosa». La decisión del Colegio que dirige Isidro Lago se produce especialmente por la situación que atraviesa la atención primaria, con medidas, considera, que están llevando a un deterioro de la asistencia y que perjudican tanto a los pacientes como a los profesionales.

Aunque reconocen que la situación sanitaria en la provincia es «compleja», los facultativos recuerdan que Galicia tiene transferidas las competencias desde hace más de 30 años. En concreto, cuestionan que se haya normalizado la falta de médicos en los puntos de atención continuada (PAC) de los centros de salud, delegando en otros estamentos funciones propias de médicos. A eso se suman unas dificultades cada vez mayores de los usuarios en el acceso a los centros de salud. «No entendemos una atención primaria sin médicos. No entendemos una asistencia primaria con listas de espera como las actuales. Estos temas están admitidos a trámite judicial ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG)», afirman. También rechaza el Colegio el sistema de ordenación de la demanda en los centros de salud, que supone, dice, un peligro no solo para la intimidad del paciente, sino para su seguridad.

Critican, asimismo, las condiciones laborales del Sergas a médicos de familia y pediatras. «Su oferta es tan deficiente que ni creando nuevas categorías de médicos para este fin ofertando plazas fijas por un sistema de méritos (sin oposición), estas no se cubren. Los médicos no aceptan sus deficientes condiciones de trabajo. Más de 400 emigran todos los años. Más de 200 plazas de Medicina Familiar y Comunitaria quedaron desiertas en el último mir. Formar a un médico le cuesta a la sociedad más de 300.000 euros y, la mayoría, se marchan a trabajar a otras autonomías, países o a la medicina privada», subraya el Colegio, que llega a hablar de «maltrato» a los profesionales. También aluden a las deficiencias en la formación mir. «La consellería todavía no ha regulado legalmente, a través de una orden autonómica, las competencias, derechos, obligaciones e incentivaciones de los tutores de los médicos residentes, algo imprescindible para este Colegio. No se pueden pedir más plazas de mir y no poder formarlos», remacha.

Desde la Consellería de Sanidade avanzaron este miércoles que la decisión del Colegio de Médicos de Pontevedra no fue comunicada oficialmente y que se enteraron por la prensa a seis días de una reunión que van a mantener el 29 de noviembre el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y el conselleiro con el Consello Galego de Colexios Médicos, una entidad que preside precisamente Isidro Lago. Pese al comunicado, la directiva de Pontevedra dice sobre ese encuentro que «estaremos dispuestos a retomar todos los mecanismos de comunicación a nuestro alcance en aras del bien común».

Por su parte, la Xunta manifestó que siempre estuvo abierta al diálogo, «participando en reunións constantes ao longo do ano, e escoitando as demandas e necesidades de todos os profesionais e traballadores da sanidade pública galega». Aludieron al encuentro del 29 de noviembre entre el presidente del Ejecutivo gallego y representantes el Consello Galego de Colexios Médicos para abordar diversas cuestiones. «Este encontro é un exemplo da maneira máis axeitada de intercambiar opinións e chegar a acordos. En todo caso, a Xunta reitera a súa aposta polo diálogo para fornecer a sanidade pública galega», señaló.

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