El futuro de la piscina olímpica de Pontevedra, más en el aire que nunca: los clubes deberán asumir los gastos energéticos para poder entrenar

PONTEVEDRA CIUDAD

CAPOTILLO

La Fundación Rías do Sur debatirá el próximo 30 de noviembre si cierran las instalaciones o da una prórroga a los equipos

24 nov 2022 . Actualizado a las 11:26 h.

Los clubes de natación de Pontevedra tienen que marcar una nueva fecha en el calendario de un peregrinaje que comenzó hace medio año cuando Sidecu ordenó el cierre definitivo de la piscina de Pontemuiños. Tras quedar la gestión en manos de la Fundación Rías do Sur, las instalaciones comenzaron a funcionar a medio gas, con el vaso grande cerrado y el pequeño habilitado para que entrenen lo nadadores del Galaico y del Galaico Sincro. Tras dos meses de actividad, la sombra del cierre vuelve a sobrevolar. Y con más fuerza que nunca. El próximo miércoles, 30 de noviembre, el patronato de la Fundación Rías do Sur celebrará una reunión para decidir si cierra las instalaciones de la piscina olímpica o da una prórroga a los equipos para intentar buscar una solución. Y es que cuando parecía que el complejo deportivo recuperaría la normalidad, la situación ha vuelto a dar un giro tan radical como inesperado.

La Fundación, responsable de la gestión, se puso en contacto con los clubes que estaban entrenando ahí para advertirles de que si querían seguir entrenando ahí tendrán que asumir parte de los gastos energéticos de luz y agua. «Eles non poden esperar que a Fundación corra con tódolos gastos. Levamos dende setembro dando un servizo, pero non podemos asumir o quecemento da auga e os gastos de mantemento e de luz», explica Héctor Vilariño, presidente de Rías do Sur. 

Por el momento le han comunicado esta decisión al Galaico y al Galaico Sincro, que desde hace dos meses están utilizando la piscina pequeña de las instalaciones. Estaba previsto que antes de que acabase esta semana, Ence aportase la energía calorífica para llenar el vaso grande, pero con este giro inesperado esta posibilidad no se llevará a cabo. Esta decisión de que se asuman los gastos energéticos, que por ahora solo afecta a dos clubes, es extensible a todos los equipos que tenía previsto entrenar en breve en Pontemuiños. «Nós somos unha asociación sen ánimo de lucro e non podemos seguir así, necesitamos que se fagan cargo das facturas», explica Vilariño. En estas instalaciones entrenaban en los últimos años los clubes de natación, waterpolo, salvamento y triatlón, además de la sincronizada.

Desde el Galaico Sincro, su presidente, José Maquieira, reconoce que esa posibilidad es inasumible para ellos. «Vivimos al día y no podemos hacerlo, estamos buscando alternativas como la Escuela Naval con todo lo que eso conlleva», explica el máximo responsable del club. Dejando a un lado la parte técnica, reconoce que este cambio de ubicación supondría prácticamente su desaparición. «Para las niñas de la base, de entre ocho y diez años, se toman el deporte como una extraescolar y un cambio de ubicación dejará a muchas en el camino. Ya no podemos resistir ese segundo golpe y estaríamos abocados al cierre», explica Maquieira, que cuando cerraron en abril vio como las deportistas bajaron de 80 a 30. «Tiramos de los ahorros para suplir esa bajada, pero ya no queda nada», lamenta. En un comunicado, piden al Concello de Pontevedra «su ayuda para no dejar morir el deporte de agua de la ciudad en general y de nuestros clubes en particular».

El CW Pontevedra es uno de los clubes que más deportistas de agua mueven en la ciudad. José Tellería, su presidente, reconoce que a ellos, por el momento, no les ha llegado ningún aviso porque todavía siguen entrenado en la Escuela Naval, la piscina del CGTD y los más pequeños, en Campolongo. «Estoy tremendamente sorprendido, la información que teníamos era que podíamos volver ya y ahora volvemos para atrás», lamenta el responsable del equipo, que como todos los afectados estará pendiente de lo que se resuelva en la reunión del próximo 30 de noviembre.