El PP lleva su programa electoral al pleno de Pontevedra y el gobierno pasa el rodillo

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Tino Fernández (PSOE), conversa con Guille Juncal (PP), antes de arrancar el pleno de  este lunes en Pontevedra
Tino Fernández (PSOE), conversa con Guille Juncal (PP), antes de arrancar el pleno de este lunes en Pontevedra Ramón Leiro

Rechazadas todas las mociones de la oposición, que tenían más de promesas que de propuestas

21 nov 2022 . Actualizado a las 18:55 h.

No es noticia que el gobierno local de Pontevedra (BNG-PSOE) rechace una tras otras las propuestas que hace el PP, principal partido de la oposición, en el pleno. Son contadas las ocasiones en el actual mandato en las que se aceptó, casi siempre previa negociación o con introducción de enmiendas, propuestas planteadas por los de Rafa Domínguez.

En el pleno celebrado este lunes volvió a suceder: tres mociones del PP, tres mociones rechazadas por el gobierno local. O, como dijo el concejal popular Pablo Fernández «No es no porque viene del PP». 

Esta vez, las mociones que defendía la oposición tenían mucho de programa electoral. En realidad, nadie duda de que serán promesas que Domínguez lanzará a los pontevedreses de cara a las elecciones municipales de mayo. desde ese punto de visto, es fácil pensar que las mociones trataban de señalar al gobierno local por el más que presumible rechazo. 

La primera proponía que el Concello, al igual que hace Vigo (¿qué pensará el PP de la ciudad olívica de la propuesta de sus compañeros de Pontevedra emulando a Abel Caballero?), financie estancias en el extranjero para estudiar inglés a alumnos de 3.º de la ESO. Domínguez lo defendió hablando de mejorar las capacidades de nuestros jóvenes o de fomentar su «mejora madurativa» con una experiencia de tres semanas en un país extranjero. Se encontró con el rechazo del gobierno local. El teniente de alcalde y responsable de Educación, Tino Fernández (PSOE), sacó a relucir uno de los recursos habituales en estos casos: la educación es una competencia de la Xunta que el Concello no tiene por qué asumir.

¿Quiere eso decir que en Vigo incumple la ley? Lanzó Domínguez, a quien se acabó calentando cuando llegó a afirmar que el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores (BNG), «prefiere ver a los niños de 13 y 14 años de Pontevedra en el botellódromo que estudiando inglés en el extranjero».

Claro que a Domínguez también le dio tiempo a hacer política pura y dura, en plan precampaña electoral, al hablar en esta moción de la reforma del delito de sedición, de la ley del «solo si es si», de las primarias en el PSOE para elegir candidato a la alcaldía, o de lo sucios que están los barrios, las parroquias, los parques... 

Segunda moción, e idéntico argumento y desenlace. En este caso, era una propuesta para que el Concello impulse medidas para favorecer el emprendimiento empresarial. El concejal Pablo Fernández defendía que municipios como Vigo, A Estrada, Vilagarcía o Lalín tienen líneas de ayudas directas para favorecer la creación de empresas, la contratación... Otra vez Tino Fernández y otra vez el mismo argumento: es una competencia de la Xunta. Y esta vez a quien se le calentó la boca fue al teniente de alcalde cuando denunció el «seguidismo asqueroso, asqueroso, asqueroso» que hace el grupo municipal de lo que dice la Xunta.

Y tercera propuesta del PP, y tercer rechazo: rebaja de impuestos y tasas municipales. Otra vez, chocó contra el muro del gobierno local. Esta vez le tocó argumentar a César Mosquera (BNG), en ausencia del concejal de Facenda, Raimundo González, a quien el pleno dedicó un cariñoso recuerdo por el trance personal que está pasando. Mosquera sacó tal argumentario hablando de políticas económicas y liberales que Rafa Domínguez bromeó afirmando que «me encanta ver a un comunista defendiendo el capitalismo».

Esta vez el argumento del gobierno local no fue que los impuestos municipales sean una competencia de la Xunta (solo faltaría), sino que la congelación de los mismos por noveno año consecutivo hace que en realidad se haya producido una rebaja del 17,9 %, que es  lo que subió el IPC desde noviembre del 2014. También aludió Mosquera a que rebajar impuestos es la fórmula que aplica habitualmente el PP desde la oposición, pero cuando llega al gobierno impone las mayores subidas.

En su intento por tratar de aprobar algo, Domínguez llegó a proponer al gobierno local que se negocie una rebaja del IBI «a cambio de facilitar la aprobación de los presupuestos». Parece que se olvidó que con quince concejales de 25, al gobierno local no le hacen falta ayudas dela oposición para sacar adelante sus cuentas. Tampoco para seguir puliendo el rodillo.