Jorge Cameselle, médico: «Es necesario dar un vuelco y comenzar a reírse, también de uno y dejar de vivir con miedo»

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

El médico de familia Jorge Cameselle Teijeiro, que colabora con la asociación Adicam
El médico de familia Jorge Cameselle Teijeiro, que colabora con la asociación Adicam CEDIDA

El facultativo y el equipo de monitores de la asociación Adicam imparten hoy en Pontevedra un taller de risoterapia

21 nov 2022 . Actualizado a las 12:08 h.

Jorge Cameselle Teijeiro (Vigo, 1960) lleva casi 40 años trabajando como médico, más de diez en las urgencias extrahospitalarias del punto de atención continuada (PAC) de Cangas-Moaña. Este viernes a las 11 horas imparte, con monitores de la asociación Adicam, un taller de risoterapia. Reírse es muy bueno, pero el problema, dice el facultativo, es que cada vez lo hacemos menos.

—¿Cuántos años lleva colaborando con Adicam y cómo surgió?

—He colaborado con Adicam, puntualmente, casi desde su fundación en el año 2001 dando alguna charla o proyectando algún documental científico sobre prevención del cáncer de mama. Pero desde febrero del 2011 mi compromiso y colaboración con Adicam es permanente. Solo soy una minúscula parte de un equipo presidido por Olga Sotelo Pastoriza que está realizando una labor ejemplar, hasta convertirla probablemente en la mejor asociación de enfermos de toda España.

—Este viernes imparte un taller de risoterapia en el edificio de la Xunta en Benito Corbal. ¿A quién está dirigido y en qué consiste?

—Este viernes estaremos en Pontevedra una parte del equipo de monitores de risoterapia de Adicam. Haremos un taller dirigido a socios de EMMO (Asociación de Esclerosis Múltiple de O Morrazo) y de Adicam (Asociación de Enfermas de Cáncer de Mama y Ginecológico). En estos talleres de risoterapia ofrecemos una serie de técnicas psicoterapéuticas que producen beneficios mentales y emocionales. Son herramientas baratas y muy fáciles de implementar. Las sonrisas y las carcajadas brillan en las caras de quienes participan. Eso lo resume todo.

—¿Por qué es bueno reír? ¿Nos reímos poco?

—Actualmente, nos reímos muy poco. Y lo malo es que tenemos pocos motivos para reírnos. Las condiciones laborales cada vez son más abusivas. Muchos de los que tienen trabajo son pobres y, aunque seamos multitud, la mayoría de las personas se sienten solas. Es necesario dar un vuelco a esta situación, dar un paso hacia delante y comenzar a reírse. Reírse de uno mismo y dejar de vivir con miedo. No debemos aislarnos del mundo. Con nuestros talleres de risoterapia buscamos dejar claro que otra sociedad mucho más humanizada es posible.

—Un buen estado mental no cura, pero ¿es importante para la evolución de una enfermedad, sea un cáncer o cualquier otra?

—La inteligencia emocional es lo que nos hace felices o infelices. El secreto de la felicidad reside en saber gestionar nuestros problemas del día a día, ya sean familiares, laborales o de cualquier otra índole. Los talleres de risoterapia pretenden ayudar a desarrollar nuestra inteligencia emocional y estimular nuestra capacidad para ser más sociables. Algo debemos estar haciendo bien cuando tras realizar decenas de talleres, en diferentes ambientes, siempre nos piden más y siempre se llenan. Naturalmente, la risoterapia no es un antibiótico ni un antiinflamatorio, simplemente es una estrategia barata y fácil de usar que nos permite mejorar nuestras habilidades emocionales. Estas habilidades nos permiten afrontar cualquier problema de salud con más calma, más energía y a veces, incluso con más optimismo.

—Es médico de familia. Compañeros suyos dicen que la situación de la atención primaria es crítica. ¿Tan grave es?

—Trabajo como médico de urgencias en el PAC de Cangas-Moaña desde hace más de una década. Llevo casi 40 años trabajando como médico. Nunca, y digo nunca, la atención primaria ha estado tan mal. Te puedo certificar que en Galicia estamos mucho peor que en la Comunidad de Madrid. Y lo que es más triste, todavía iremos a peor.

—PAC sin médico que funcionan con refuerzo de enfermería en el área de Pontevedra. ¿Qué le parece? ¿Pensó que se llegaría a esto?

—Que llegaríamos a vivir el caos actual, no solo lo pensé, lo verbalicé e incluso lo plasmé en una película titulada Atención Primaria, que editamos en el año 2005 y que cualquiera puede visualizar gratuitamente a través del canal de YouTube Jorge Cameselle. Lo avisamos y lo gritamos a los cuatro vientos. Los Recursos Humanos del Sergas hace décadas que sabían que esto iba a suceder y me consta que les advirtieron a las autoridades competentes de la Xunta de Galicia. A pesar de mi optimismo natural, soy muy pesimista de cara al futuro. Si no existe un giro en las urnas en las próximas elecciones de la comunidad autónoma de Galicia más pronto que tarde volveremos a ver hospitales de la beneficencia. Nada de lo que está sucediendo en la actualidad es casual.

—¿Tal y como está la situación, entiende que un graduado en Medicina opte por otras especialidades?

—Creo que la especialidad de Medicina de Familia y Comunitaria es una de las especialidades más gratificantes. Requiere grandes responsabilidades y abarca un área de conocimiento muy grande. Ser un buen médico de familia es una tarea difícil, exige muchas horas de estudio. Me consta que los actuales mir de Familia cuando terminan su etapa de formación son unos médicos extraordinariamente preparados que están listos para trabajar en cualquier país del mundo. No obstante, en las actuales circunstancias, al terminar el mir lo mejor que pueden hacer es marcharse al extranjero: allí serán valorados en su justa medida y, sobre todo, podrán ejercer la medicina como auténticos profesionales. Y allí serán respetados por la Administración y por la sociedad; algo que aquí no está sucediendo.