«Estábamos esperando a la lluvia y los pobres celadores del PAC no sabían que no iba a haber el médico. Un poco de respeto, por Dios»

PONTEVEDRA CIUDAD

Una madre que aguardó en vano a que atendiesen a su hijo en el servicio de urgencias de A Parda, en Pontevedra, denuncia la situación vivida «con la gente llena de dolor en la calle»
15 nov 2022 . Actualizado a las 21:12 h.A Carmen Couto, madre y vecina de Pontevedra, le pasó este martes lo mismo que a muchos ciudadanos que llegan a un servicio de urgencias de Atención Primaria, a un PAC, y se encuentran con que no hay médico: se enfadó sobremanera. Pero ella decidió que esa indignación que sintió no puede quedarse ahí. Está tramitando la pertinente queja formal ante el Sergas y, además, quiere contar con voz alta lo que vivió en el único PAC de la ciudad de Pontevedra, el de A Parda. Cree que lógicamente el problema más grave es que no haya médicos y que se funcione solo con personal de enfermería, como ocurre esta misma tarde de martes en el citado PAC, pero considera que a mayores de esta gravísima circunstancia aún hay algo más indignante: «Que ni siquiera se avise en tiempo y forma de que está el chiringuito [por el PAC] sin médico es ya desolador. Ya no pedimos que haya médico, solo que nos avisen de que no está», señala con vehemencia. Luego, narra la situación vivida.
Ella llegó este martes, sobre las 14.50 horas, al PAC de A Parda con su hijo menor de edad, que estaba aquejado de un fuerte dolor de estómago. No es usuaria habitual del servicio, así que entró por al puerta del ambulatorio, no por la del PAC, a preguntar. Le dijeron que esperase a las 15.00 horas ante la entrada de las urgencias, que abrirían en ese momento. Así que se fue para esa zona. «Al igual que los demás pacientes, esperé a la lluvia a que fuesen las tres y abriesen las puertas. Allí estábamos tanto nosotros como dos chicos con distintas patologías y una señora con un dolor abdominal a la que habían derivado allí desde el ambulatorio de la Peregrina. Todos estábamos esperando, mojándonos. De repente, abren y, sobre las tres y diez, nos dicen que es que no va a haber médico y que solo nos podría atender una enfermera, que vayamos al hospital de Montecelo o, en mi caso, al Provincial, por tratarse de un menor de edad. No me lo podía creer, ¿cómo nos tienen allí esperando si no iba a haber médico?».
Esta ciudadana explica que la puerta había colgado un cartel de que los días 13 y 14 de noviembre no iba a haber médico, pero que de este martes, del 15, no decía nada. De ahí que le preguntasen al celador que abrió las puertas qué es lo que sucedía: «Lo que me dejó más perpleja es que el personal tampoco tenía ni idea de que no iba a haber médico, los pobres celadores no sabían nada. Fueron totalmente empáticos y hasta nos pidieron disculpas. Pero nos dijeron que ellos habían esperado hasta las tres y diez de la tarde para avisarnos de que nos fuésemos porque no sabían si vendría o no el médico y le dieron unos minutos de margen y que, como no aparecía, entendían que una tarde más el PAC no dispondría de un facultativo. Me parece increíble que funcione así el sistema, un poco de respeto a los trabajadores y a los enfermos, por Dios», reclama.
Ella solventó su situación. Se fue al hospital Provincial y allí atendieron a su hijo. Pero cree que, de igual manera, no se puede pasar por alto lo que está ocurriendo: «Tenemos que unirnos por el bien común y presentar quejas por escrito, para que le consten al Sergas. Si no hay médicos, al menos que se avise en tiempo y forma. ¿Cómo vamos a estar los enfermos peregrinando de un lado para otro?», remacha.
La respuesta dada por el Sergas
Desde la dirección del área sanitaria de Pontevedra-O Salnés señalaron al respecto de esta queja: «Dada la actual carencia de facultativos, administrativamente se está intentando cubrir la atención médica en los PAC hasta el último momento. Con dicho condicionante, en ocasiones es complicado el efectuar una previsión de cobertura algunos días, pero la Administración sanitaria continúa trabajando para poder mejorar esta situación».