Samudra Trío, música con perspectiva de género: «Tumbamos unos cuantos prejuicios»

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

RAMON LEIRO

Tras recoger el Marín Códax, este trío surgido en Pontevedra presentará en noviembre su primer disco, «Odisea»

22 oct 2022 . Actualizado a las 12:12 h.

Parafraseando a una de sus integrantes, Jimena Andión, el grupo nació «como surgen las mejores cosas». «Con unas cañas», acota Laura Lorenzo. «El mundo de la música clásica es muy pequeño. Al final, nos conocemos casi todos y coincidió que estábamos las tres ahí», añade esta última. De eso hace tres años y el pasado 5 de octubre, Samudra Trío se subió al escenario del Pazo da Cultura de Pontevedra no para tocar, sino para recoger el Martín Códax en la categoría de Música Clásica e Contemporánea.

Integrado por Laura Lorenzo Rodríguez, a la flauta, Jimena Andión García, al chelo, y Yamini T. Prabhu, al piano, Samudra Trío tiene su origen en el sánscrito: «Si no me equivoco, el nombre surgió con un café, no con una caña», señala Yamini recordando que procede de «la mezcla de dos palabras. Sam, que significa unión, y udra, agua. Samudra se usa en los antiguos textos védicos para hablar del océano como el agua que une las tierras y nosotras, que somos de distintas realidades, formaciones y vidas, nos unimos para hacer música».

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Echando la vista atrás al momento que se pronunció su nombre para recoger el Martín Códax, reconocen que no se lo esperaban «en absoluto». «Solo hay que ver la reacción nuestra, que está en Youtube», apunta Laura. «Salimos chillando como niñas. Fue un giro de guion muy chulo. Fue muy fuerte», apunta, por su parte, Yamini, quien, en el momento de hacer este reportaje, confesaba que «aún sigo sin haberlo digerido». «Todavía parece como un sueño», reseña Jimena.

Lo cierto es que a raíz del Martín Códax «nos ha contactado muchísima gente que no sabíamos que estaba al tanto de esto para felicitarnos. Estamos recibiendo muchos mensajes de un público que no sabíamos que estaba ahí», subraya Yamini, al tiempo que aclaran que, hoy en día, «el término de música clásica se confunde con el de música académica». «¿Qué es la música clásica? ¿Es la música que pertenece al clasicismo? ¿La música académica que ha perdurado en el tiempo? ¿Es la música que forma parte del canon?», se pregunta Yamini precisando que, «tal y como la concebimos nosotras, es la música académica».

Perspectiva de género

Pero eso sí, con perspectiva de género. «Es igual de válida la música escrita por hombres que por mujeres, igual de interesante e, incluso, en ciertos casos, más. Ya está bien. Llevamos muchos años escuchando música de hombres, leyendo libros de hombres», remarca la pianista de Samudra Trío, al tiempo que Jimena, asume que «es lo fácil. Lo más fácil es acudir a los compositores porque es donde más partituras hay. Ellos han escrito mucho más y es más fácil acceder a sus partituras». «Hay grabaciones, hay más audiciones, hay muchas cosas», insiste Yamini.

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En este punto, destacan el hecho de que son, en la actualidad, mujeres, en su mayoría, las que están recuperando la labor que realizaron las compositoras invisibilizadas a lo largo de la historia.

Pero es que «fue gracias a las mujeres que estos hombres pudieron dedicarse a hacer su arte. Las mujeres que nos han llegado son personas increíbles. A pesar de tenerlo todo en contra tienen una obra bastante extensa, compleja e interesante. No es tan fácil como parece, aunque hay figuras como Clara Schumann que son más accesibles. Hemos tenido que buscar bastante. Es un proceso que no se acaba», deja claro Laura. 

En el caso concreto de Samudra Trío se encuentran con un problema añadido y es que tampoco estas compositoras han escrito tanta música para flauta, chelo y piano, por lo que «jugamos con nuestra propia versión, nuestros propios arreglos», precisa su pianista.

Primer disco, «Odisea»

Esta labor se ha traducido en un disco, Odisea, que verá la luz en unas pocas semanas: «Parece increíble. Como dijimos al recoger el premio Martín Códax, somos tres mujeres que nos juntamos porque estábamos en el mismo momento de desilusión y, por otro lado, de ilusión. Teníamos muchas ganas de tocar y nos fuimos conociendo. Fue una cosa que comenzó con un concierto didáctico y luego actuaciones esporádicas, ensayos y, de repente, tenemos un disco que es un poco el resumen de todo lo que hemos tocado». 

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Este trabajo discográfico no solo expone a compositoras, sino que escapa de la occidentalización de la música clásica/académica. «Huimos del eurocentrismo para mostrar que hay muchas culturas que tienen también una música muy profunda, muy compleja y la queremos compartir», ahonda Laura, al tiempo que asume que existe «una hegemonía, un pensamiento muy marcado en el mundo académico y queremos mostrar que hay otras maneras de pensar y de crear». 

Y con el estreno del disco vendrán de nuevo los escenarios. Por lo pronto, el 18 de noviembre será el concierto de presentación en el Museo de Pontevedra. «Va a contar con una artista de otro ámbito distinto del de la música. Todavía no podemos decir el nombre», anuncia Laura. Luego vendrán Ourense, Santiago…

De auditorios a pubs 

Desde un principio la apuesta de Samudra Trío pasó por no relegar su música a los escenarios habituales donde se interpreta la música académica. «Nos gustan, no hay que mentir -reconoce la flautista-, pero queremos llegar a otro tipo de público y queremos dar la oportunidad a todo el mundo de escuchar música clásica. Estamos intentando hacer un formato de actuación bastante diferente al que se ofrece en las salas de conciertos. Hemos actuado en varios bares y pubs y ha sido muy especial». «La gente se queda flipando, no se lo espera», incide Jimena, mientras que Yamini hace suyas estas palabras para reseñar que «es sacar la música clásica de su contexto y llevarla a un público que de normal iría a otro tipo de conciertos. Tumbamos, también, unos cuantos prejuicios».

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Es por ello que las integrantes de este trío surgido en Pontevedra no dudan en aplaudir a quienes se atreven a apostar por este tipo de propuestas. A este respecto, destacan un nombre, el de Gustavo Rey, de Krazzy Kray, de Cambados. «No todo el mundo está abierto, pero si nos dan una oportunidad, al final nuestra música acaba encajando», reseña Laura. 

Y es que quizás la cuestión estriba en algo tan sencillo como que a la gente, en general, le gusta la música, así, sin etiquetas. «Eso es lo que buscamos nosotras, que no haya etiquetas cuando nos escuchen», concluye.