De alumna que no llegaría a nada, a premio a la excelencia con nota de 10

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Victoria García Ortega, premio a la excelencia académica 2020/2021, es graduada en Educación Primaria y ya prepara oposiciones
Victoria García Ortega, premio a la excelencia académica 2020/2021, es graduada en Educación Primaria y ya prepara oposiciones CEDIDA

Victoria García Ortega, graduada en Educación Primaria en el campus de Pontevedra de la UVigo, ya prepara oposiciones

16 oct 2022 . Actualizado a las 17:51 h.

Cuando Victoria García Ortega era una niña que cursaba primaria iba a las clases de infantil de su colegio para ayudar a las profesoras a enseñar a leer a los pequeños de infantil. Aquel gesto de alumna ya anticipaba su vocación de maestra. De mayor, aunque barajó otras opciones, se decantó por cursar el grado en Educación Primaria. Esta joven de 22 años natural de O Carballiño, en Ourense, empezó la carrera en Segovia, aunque después se trasladó al campus de Pontevedra donde hizo segundo y la terminó con un brillante expediente.

Tanto es así que Victoria es una de las dos egresadas del campus de la ciudad que acaban de recibir uno de los premios a la excelencia académica del curso 2020/2021 que concede la Xunta. Ambas lo lograron con una nota máxima de 10 en tercero. Este galardón, que supone un reconocimiento al esfuerzo realizado, conlleva una dotación económica de 1.000 euros, con una cuantía adicional de 500 para los 188 mejores expedientes en las tres universidades públicas de la comunidad.

Para Victoria el premio a la excelencia académica supone una «motivación enorme». Más allá del «esfuerzo recompensado» ella piensa en sus futuros alumnos y en su propia experiencia vital. «Yo era una estudiante normal, pero varios profesores me dijeron que no llegaría a nada en primaria, secundaria y bachillerato. Gracias al apoyo de mi familia puedo decir que las cosas me han ido bien. Ahora el premio aumenta mi confianza en mí», relata.

Esta chica ya está preparando oposiciones en Ourense para ser profesora de educación primaria. Lo atribuye a su responsabilidad y sobre todo a su constancia porque asegura que «no era ni mucho menos la más inteligente de clase». Para ella la titulación implicó encontrarse con su verdadera vocación y mejorar sus notas, que en el grado no bajaban del 8. «Mis padres no me obligaron a nada, pero a mi madre, que también es profesora, le decían cuando yo era pequeña que o se sentaba conmigo y trabajaba conmigo o no iba a conseguir nada».

Lo recuerda con cierto enfado o quizá con la seguridad de que eso es lo que nunca debe hacer un docente. «No hay que subestimar a nadie y hay que intentar sacar lo mejor de cada alumno dentro de sus capacidades», reitera. Victoria tiene dos ejemplos de profesora siempre presentes. Son, en parte, su inspiración. El de su madre, Nieves Ortega, y el de Alicia Tojeiro, que fue elegida mejor docente en Educa Abanca y con quien compartió prácticas en el CEIP Isidro Parga Pondal de Oleiros, en A Coruña.

Por si sonaba la flauta

Y es que la joven de O Carballiño aprendió teoría en la carrera, pero fue en esas prácticas de seis meses que hizo en cuarto curso cuando de verdad se sintió maestra. «Las solicité por si sonaba la flauta. Yo no conocía personalmente a Alicia [Tojeiro], pero había leído cosas de ella y sabía que con esa mujer iba a aprender. Puedo decir que aprendí el triple que en los cuatro años de carrera, por eso creo que el grado de la UVigo debería tener más prácticas para conocer la realidad del aula. Alicia me enseñó a nivel de vida. Fue un regalo ver cómo se enseña con proyectos cooperativos y cómo se saca lo mejor de cada alumno».

Victoria se hizo voluntaria de Cáritas cuando cursaba primero de Educación Primaria en Segovia. Allí daba clase a niños que lo necesitaban. La morriña y el hecho de que le gustara Pontevedra la trajeron a una ciudad que presume de ser amiga de los más pequeños. Sus padres, su hermano y ella son familia de acogida del programa de Cruz Roja desde hace 22 años. «Vi esa realidad en mi casa desde que nací. Es algo que mis padres me han transmitido a mí y a mi hermano».

¿Cómo se ve dentro de diez años?, se le pregunta. «Dando clase», dice al momento. Y añade: «Espero ser capaz de transformar a los alumnos». Algo que vio en sus prácticas con escolares de 6.º de primaria en el CEIP Isidro Parga Pondal. «Ya era el último año de esta etapa educativa, tienen 11 o 12 años, y si no sabes llevarlos se te suben a las barbas. Pero esos alumnos eran buenos porque Alicia fue capaz de transformarlos y motivarlos».

Un total de 434 estudiantes universitarios galardonados en Galicia, el 63,5 % mujeres 

Un total de 434 estudiantes recibirán los premios de excelencia académica del curso 2020/2021. Son 24 alumnos más que en la convocatoria anterior de la Consellería de Educación. De los galardonados, 172 son de la Universidade de Santiago (USC), 139 de la de Vigo y 123 de la de A Coruña (UDC). Desde el departamento de la Xunta se hace hincapié en que el 63,5 % de las personas premiadas son mujeres, mientras que el 36,5 % restante son hombres.

Además, el 43 % son estudiantes de Ciencias Sociales; el 17 % de Ingeniería y arquitectura; el 14 % de Ciencias de la Salud; el 14 % de Artes y Humanidades y el 12 % de Ciencias. En las tres universidades públicas gallegas la nota máxima alcanzada fue un 10. En la USC esta calificación se registró en el grado en Filosofía (campus de Santiago). En la UVigo fue en las titulaciones de Educación Primaria (campus de Pontevedra y de Ourense) y de Ciencias da Actividade Física e do Deporte (campus de Pontevedra). Y en la UDC fue en el grado en Inglés: Estudos Lingüísticos e Literarios (campus de A Coruña).

Motivar para mejorar

El objetivo de estos premios es reconocer el trabajo de las personas que obtuvieron las mejores calificaciones en cada uno de los cursos de grado en el sistema universitario de Galicia (SUG), excepto en el último, en el que el Gobierno gallego concede los premios fin de carrera. Con esta línea de ayudas, desde la Administración autonómica se quiere motivar al alumnado universitario para «mellorar o seu currículo, poñendo en valor o seu mérito e esforzo no estudo e a súa actitude de compromiso co seu proceso formativo». Desde el departamento que dirige Román Rodríguez apuntan que estimular el aprovechamiento académico constituye «unha aposta pola construción dun sistema universitario de Galicia excelente, competitivo e de calidade».