Carlos Piñeiro, fallecido a los 33 años, era uno de los vecinos de la parroquia pontevedresa de Xeve que ponía su arte en las recreaciones de la Feira Franca
15 oct 2022 . Actualizado a las 20:26 h.La parroquia de Xeve, en el municipio de Pontevedra, perdió este viernes a una de esas personas capaces de querer a todo el mundo y cuya muerte, en consonancia, causa un gran pesar colectivo. Falleció, con solo 33 años de edad, un vecino llamado Carlos Piñeiro Solla. La vida, realmente, no se lo puso fácil. Pero él, todo voluntad, luchó desde niño por salir adelante.
Los achaques de salud le persiguieron desde pequeño. Luchó como nadie y lo hizo siempre con sonrisa y sin dar atisbo de queja. Mientras pudo, trabajó en el sector forestal o en fábricas. Un accidente de tráfico muy grave hace unos años condicionó su vida. Poco a poco, con ese espíritu positivo que tenía, trataba de recuperarse. Pero una última dolencia acabó con su vida a una edad tremendamente temprana.
Los 33 años de Carlos, aunque duros en muchos momentos, fueron también de grandes alegrías. Carlos disfrutaba del monte, de los trabajos de jardinería... y tenía una pasión: sus dos sobrinas, a las que literalmente adoraba. Le gustaba también colaborar con sus vecinos. Por eso desde pequeño se involucró con la Asociación Recreativa de Xeve, con la que colaboraba desde niño. Le gustaba especialmente ir a la Feira Franca, cuando se vestía de pobre y ayudaba a recrear el traslado del vino. El presidente de este colectivo, Florencio Chantrero, destacaba este sábado la bonhomía de Carlos, al que definía como «un excelente rapaz», y señalaba que su muerte deja «destrozados a moitos compañeiros». A Carlos se le dará el último adiós este sábado, en la parroquia de San Andrés de Xeve.