Pontevedra declara todo el ámbito urbano «zona de tráfico reducido»

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Todo el casco urbano de Pontevedra es oficialmente «zona de tráfico reducido»
Todo el casco urbano de Pontevedra es oficialmente «zona de tráfico reducido» CAPOTILLO

La medida incluye a todo el casco urbano, Monte Porreiro, O Burgo-Lérez y Estribela

04 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Pontevedra ya tiene definido cómo afrontará el cumplimiento de la ley 7/2021, de 20 de mayo, de Cambio Climático y Transición Ecológica, que obliga a las ciudades de más de 50.000 habitantes a establecer las llamadas «zonas de bajas emisiones» (ZBE) a partir del 1 enero del 2023. El Plan de Mobilidade Urbana Sostible (PMUS), aprobado definitivamente este lunes por el gobierno local, esquiva —en principio con el beneplácito del propio Ministerio— esta obligación y crea lo que el documento describe como «zonas de tráfico reducido», que ocupan una superficie total de 490 hectáreas: todo el casco urbano, los barrios de Monte Porreiro y de Estribela y el área que conforman O Burgo y la parte más urbana de la parroquia de Lérez.

Esta es la «tercera vía», la fórmula ideada por el gobierno local para esquivar la obligación de cobrar un peaje por acceder en coche a esas áreas de bajas emisiones, o imponer que solo puedan acceder a las mismas aquellos vehículos dotados de distintivo ambiental, que son las dos opciones que contempla la citada ley para circular por las zonas de bajas emisiones. «Con esta medida —señaló este lunes la portavoz del gobierno local, Anabel Gulías (BNG)— ratificamos o noso compromiso de que Pontevedra non vai cobrar peaxes nin restrinxir a circulación a vehículos con determinada etiqueta. Non imos tratar o espazo público de forma discriminatoria polo tipo de vehículo ou dun xeito non equitativo».

Es decir, que cualquier tipo de vehículo podrá circular libremente por estas zonas de tráfico reducido, o sea, por todo el ámbito urbano. «Levamos máis de vinte anos reducindo o tráfico na cidade, eliminando tráfico de paso e de axitación», recordó la portavoz del gobierno local.

«Situación de privilexio»

Gulías recalcó que el resultado del modelo Pontevedra es que «partimos dunha situación de privilexio para cumprir os obxectivos ambientais da nova lei que obrigan a reducir as emisións», ya que la ciudad ya estaría por debajo de esos parámetros ambientales que exige cumplir la nueva legislación.

Según se insiste desde el Concello, en el Gobierno central existe la voluntad de atender a la peculiaridad del caso de Pontevedra, tal y como expuso en su día el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, a la secretaria general de Transporte y Movilidad, María José Rallo del Olmo, en una reunión celebrada en la sede del Ministerio, en Madrid el pasado mes de abril. «Vamos a analizar las observaciones y a buscar cómo encajarlas. No queremos vetar soluciones que están funcionando», señaló la representante ministerial tras aquel encuentro, al que Lores acudió en representación de la Red de Ciudades que Caminan.

La propuesta que defendía el alcalde en aquel encuentro era que la legislación tenga en cuenta modelos urbanos como el de Pontevedra y otras ciudades de la citada Red, «que se demostran mesmo máis efectivos para a redución de tráfico innecesario na cidade e, polo tanto, na redución de gases e contaminación na cidade fronte aos métodos de pago».

«Tenemos voluntad de hacerlo y está claro que estamos de acuerdo —continuaba en abril la secretaria general de Transporte y Movilidad—. Si el Ministerio de Medio Ambiente no pone trabas, a nosotros nos parecerá perfecto cambiar o ampliar la redacción del texto en base a estas propuestas».

El «tráfico necesario» podrá seguir circulando

La hoja de ruta de Pontevedra para cumplir la ley de Cambio Climático creando zonas de tráfico reducido, ¿significará algún cambio para los residentes y los conductores en general? En realidad, no. Se seguirá permitiendo el acceso al «tráfico necesario para que a cidade funcione», tal y como se viene haciendo actualmente. Al mismo tiempo, se seguirán aplicando medidas para seguir reduciendo el tráfico urbano y, por consiguiente, las emisiones. De hecho, el PMUS se plantea como objetivo «reducir cada ano un 3 % o tráfico en cada grande ámbito da cidade», así como incrementar anualmente la superficie de preferencia peatonal en 4.000 metros cuadrados como mínimo.

Sensores por toda la ciudad controlarán que la reducción de emisiones es real

¿Con la creación de «zonas de tráfico reducido» Pontevedra evitará la obligación de cumplir los objetivos encaminados a reducir las emisiones, que es la finalidad de la ley de Cambio Climático? Ni mucho menos. Para garantizar esta «tercera vía», el Concello se comprometerá a seguir reduciendo las emisiones en los años futuros, y para demostrarlo se instalará una red de sensores por toda la ciudad. Estos permitirán controlar la calidad del aire en tiempo real, así como la movilidad en general «co obxectivo —explicó la concejala Eva Vilaverdede adoptar as mellores decisións para reducir os tráficos innecesarios en beneficio dos modos de mobilidade activa, e da recuperación do espazo público para a cidadanía, así como da mellora do medio ambiente urbano».

El Concello valora este proyecto en 1,3 millones de euros, y lo ha incluido en una solicitud de ayudas Next Generation «para la implantación de zonas de bajas emisiones y la transformación sostenible y digital del transporte», que convoca el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.

En esa misma convocatoria se incluyó también el proyecto de transformación de la calle A Santiña, valorado en 1,7 millones de euros. «Escollemos esta obra porque xa é un proxecto avanzado no proceso de contratación, cuestión puntuable dentro da convocatoria, e permitirá concluír un ciclo de intervencións que garante o espírito destas zonas de tráfico reducido. A obra prevista reducirá o tráfico rodado, mellorará a mobilidade peonil accesible e mellorará os parámetros de calidade ambiental», explicó Anabel Gulías.