Discoteca mañanera para empezar la universidad en Pontevedra: «¡Ay si me ve mi madre con el vaso en la mano el primer día!»

PONTEVEDRA CIUDAD

En el campus pontevedrés se le da la bienvenida a los alumnos con una jornada que deja a muchos con la boca abierta: «¿No veníamos a una charla?», se preguntan
05 sep 2022 . Actualizado a las 19:55 h.5 de septiembre. En una fecha en la que antiguamente a los universitarios todavía le quedaban muchos cartuchos del verano por gastar, el curso ha dado comienzo para ellos este año. Presentaciones, charlas y primeras clases están en marcha, al menos en el campus de Pontevedra, donde esta mañana el zafarrancho de bienvenida era total.
En Pontevedra, la Universidade de Vigo le da la bienvenida al alumnado con una jornada de confraternización que incluye juegos, sesiones informativas, una charla... pero también discoteca mañanera, que se mantuvo pese al aguacero con el que se despertó la ciudad. Así, allí estaba, al fondo del campus, un viejo carromato llamado Duendeneta capaz de animar el cotarro durante horas con música a todo trapo. Dentro, el alma de la furgoneta, Carlos Crespo, el pinchadiscos, que advertía: «Os universitarios agora son tan boíños... mandáronos estar ás dez da mañá para unha charla e ás dez menos cuarto xa estaban todos aquí... iso antes non pasaba».
Sobre las 11 de la mañana, nada mejor que colarse en uno de los corrillos que se formaban cerquita de la Duendeneta para palpar la emoción del primer día. Allí, cinco jóvenes acababan de formar pandilla. Todas son novatas y todas van a estudiar Educación Infantil. Les pilló totalmente por sorpresa que llegasen al campus y se topasen con discoteca mañana, posibilidad de tomarse algo... toda una fiesta, amén de esa presentación formal que también tuvieron. «¿No veníamos a una charla?», se preguntaban. Luego, tocaba conocerse.

A Marina la delataba su acento malagueño. Se ha venido desde Andalucía a estudiar a Pontevedra... «por amor, tal cual», por un novio de Campañó, para más señas. Ella tiene 23 años, porque antes del grado de Infantil que va a iniciar ahora ya estudió Educación Primaria. No se cortaba y, Coca-Cola patrocinada por la Universidade de Vigo en mano, decía: «¡Ay cuando me vea mi madre con el vaso en la mano el primer día!». A su lado, Uxía, de Vigo, que a última hora cambió sus planes de irse a estudiar a Santiago y se queda en la ciudad del Lérez. Ella agradece las bonificaciones del transporte, porque va a ir y venir todos los días en bus: «Me sale bien y así no tengo que pagar alojamiento», señalaba.
Completaban la recién formada pandilla otra jóvenes como Carla, de Poio, que iba a estudiar Derecho y cambió totalmente de idea: «Un día, de repente, me vi como la profe Carla, me empecé a imaginar a los niños diciéndome `Buenos días, profe Carla´, ... y ya no hubo vuelta atrás. Así que voy a hacer Educación Infantil».

Muy cerca, en otro corrillo, otros rapaces que acababan de conocerse. Ellos, parapetados detrás de libretas y carpetas por estrenar, contaban que van a estudiar Educación Primaria. Estaban igual de perplejos con la sesión discotequera de mañana. Pero señalaban: «No está nada mal, menuda bienvenida...».