Lágrimas, baño de masas y carga política de Feijoo contra Sánchez en Cerdedo-Cotobade

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral CERDEDO-COTOBADE LA VOZ

PONTEVEDRA

Reta al presidente del Gobierno a iniciar el curso político con un debate «sereno e sosegado» en el Senado «para hablar de los problemas de España»

27 ago 2022 . Actualizado a las 16:46 h.

Apenas tres minutos tardó Alberto Núñez Feijoo en emocionarse en su discurso ante un millar de militantes y cargos públicos en el acto de inicio del curso curso político organizado por el PPdeG, por sexto año consecutivo, en la Carballeira de San Xusto, en el concello pontevedrés de Cerdedo-Cotobade. «Cando era neno vía aos emigrantes voltar polo verán e dicir "vin a casa". Eu non o entendía, porque a súa casa estaba a miles de kilómetros. Agora si o entendo mellor. Vin a casa... e que ben se está na casa», afirmó con la voz quebrada por la emoción.

Fue apenas la única concesión del líder nacional del PP en un acto en el que se dio un auténtico baño de masas bajo los carballos centenarios que conforman un paraje natural único en el corazón de la provincia de Pontevedra. Feijoo compartió con la presidenta de la comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el de Andalucía, Juanma Moreno, la atención de los militantes y simpatizantes del PP a la hora de hacerse selfis. Los presidentes de Murcia, Fernando López Miras, y de Castilla-León, Alfonso Fernández Mañueco, no tienen tanto tirón para las fotos. Tampoco Alfonso Rueda, aunque seguramente por ser de casa y estar más visto.

Emociones y selfis aparte, Feijoo dio un discurso con elevada carga política, en clave electoral no ya de cara a las municipales y autonómicas de mayo del próximo año, sino anticipando unas generales para las que falta más tiempo y que para el PP no dan llegado. Como diría alguno, a Feijoo parece que se le esta poniendo cara de presidente del Gobierno, y su mensaje ya incide en la incapacidad del actual Ejecutivo «de políticas frívolas y gobernantes inexpertos», que se ha echado «en manos de los nacionalistas».

Ahora que se está en clave de arranque de curso político (hoy fue en Galicia, la semana que viene será en Málaga y en Madrid), Feijoo lanzó un reto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez: iniciarlo celebrando un debate «sereno y sosegado» en el Senado para hablar de los problemas de España. «Se lo pido formalmente, para que atienda el foro y el momento adecuado de hablar de los problemas de España. En el Senado, la cámara territorial de las Cortes Generales».

Feijoo criticó que los de Sánchez han dejado de gobernar para pasar a insultar al líder de la oposición. «Hemos pasado de Putin como el culpable de todos los males de España a Feijoo. Algún ministro incluso me equiparó con Putin. Es el colmo», denunció, al tiempo que lamentó que la «estrategia de ataque al PP» parece ser «la única acción de gobierno» en estos momentos en la nación.

«Me preocupa es que el Gobierno haya dejado de gobernar y sobrevivan entregados a Bildu. Eso es malo para España», apuntó en otro momento de su discurso, en el que aseguró que frente a un Gobierno «que hace de oposición, nosotros actuamos de Gobierno y hacemos propuestas en seguridad nacional, en defensa, sobre inflación y en materia energética», ya que la situación en España es «de extraordinaria dificultad».

En una reinterpretación del váyase, señor González, que popularizó José María Aznar en los año 90, Feijoo lanzó un «señor Sánchez, aquí estoy» siempre y cuando sea para para afrontar «diálogo serio» en cuestiones como bajar impuestos, reducir ministerios, elaborar «un plan energético que haga compatible el ahorro con proteger el tejido productivo de España», aprobar un MIR extraordinario que refuerce la atención primaria, «un acuerdo por la seguridad nacional», garantizar «la cordialidad lingüística de España» o, por supuesto, «para garantizar la independencia de la Justicia».

También lanzó mensajes a los militantes y a los cargos públicos del PP presentes en el acto. «Nuestro deber… insisto, nuestro deber, y lo diré hasta la saciedad, es la moderación», espetó, poniendo como ejemplo de que esa vía da resultado a Juanma Moreno y su resultado en Andalucía.

En este mismo sentido, puso deberes de cara a los meses de contienda electoral que se avecinan. «Voy a pediros tres cosas: trabajo, propuestas y educación. Insultar a un político no tiene legitimidad para alguien que vive del erario público. No caigamos en eso».

Porque, concluyó, el gran dilema de la política nacional en esas elecciones generales que el PP desearía para mañana mismo «no es entre el PSOE y el PP, sino entre los que quieren agitar y los que queremos sosegar».

Rueda: «¡Que de cousas pasaron neste último ano!»

Antes de Feijoo intervino el presidente del PP de Galicia, Alfonso Rueda, que no pudo ocultar una reflexión sobre lo mucho que ha cambiado el panorama político autonómico en los últimos meses. «Que de cousas pasaron neste último ano», desde el anterior acto celebrado en la Carballeira, con Pablo Casado al frente del PP, Feijoo de presidente de la Xunta y él mismo en vísperas de renovar como presidente provincial del PP. «O que me gustaría é que dentro dun ano, neste mesmo lugar vexamos a Núñez Feijoo como presidente do Goberno de España y moitos máis presidentes autonómicos».

Reivindicó en su discurso el legado de Albor, de Fraga y del propio Feijoo. «Se queren tacharnos de continuistas, si lo somos, e a moita honra». Y en un año de récord en lo turístico, en parte gracias al Xacobeo, proclamó que «acabamos esta etapa do camiño pero queda moito por diante, moi complicado». Por eso instó a trabajar por obtener mayorías en los 313 ayuntamientos gallegos el próximo mayo.