Advierte de que los dos años de pandemia han hecho que las ganaderías «hayan reducido sus camadas»
13 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Horas antes de que el primero de los toros de Garcigrande pise la arena del ruedo de Pontevedra, el empresario Pablo Lozano (Madrid, 1959) reconoce que aguarda este momento «con mucha expectación. Realmente, los carteles han encajado muy bien y hay mucho interés por verlos. Van bastante bien y espero que la afición, después de estos dos años de parón, pueda disfrutar de las corridas y de la plaza como están acostumbrados».
—¿Qué es lo más complicado a la hora de organizar unos festejos como los que esta tarde comenzarán en la ciudad de Pontevedra?
—En este momento, no creas que hay muchos toros. Los dos años de pandemia han supuesto que las ganaderías hayan reducido sus camadas y que, lamentablemente, se hayan mandado a muchos toros que podían haberse lidiado a otros menesteres. Y esto resiente la temporada, no solo de lo que se haya podido hacer hasta ahora, sino de aquí en adelante. Es complicado, pero las dos corridas vienen bien presentadas. Son dos ganaderías, Garcigrande y Alcurrucén, con garantía y que van a ayudar al éxito del festejo. Esto, por un lado, y, por otro, hay gente que me dice que traer a las figuras es siempre complicado. Bueno, puede haber complicaciones, pero lo cierto es que la presencia en Pontevedra siempre ha sido del agrado de los toreros, siempre se han sentido muy bien acogidos y la afición goza de mucho prestigio entre los profesionales.
— Antes aludía los dos años que no hubo corridas en Pontevedra por la pandemia del coronavirus, ¿en algún momento se plantearon cerrar la plaza y dedicarla a otros eventos?
—No, en ningún momento. Al contrario. Sí es verdad que nunca se nos dijo que no diéramos los festejos en estos años, pero por sanidad y por responsabilidad social, como tenía que ser, había que esperar y cuando se pudiera volver a dar los festejos. Fuimos los primeros en considera que no convenía y que no se podían organizar. El trato con la organización siempre fue muy bueno y estuvimos de común acuerdo en no dar esos festejos porque no procedía, no se debía. Teníamos que colaborar todos. Pasada esa necesidad hay que volver a la vida lo más normal posible y yo sé que del agrado de muchos, no solo aficionados taurinos, sino de otros sectores para los que la presencia del público que va a ver los toros les ayuda en sus negocios. Es un bien dar estos festejos para toda la ciudad, pero también para toda Galicia.
—¿Recuerda cómo fue ese momento en el que tomaron la decisión de que este año iba a volver a haber toros?
—Era algo que lo estábamos deseando. En cuanto se abrió la posibilidad de que otras actividades en espacios cerrados se celebrasen con normalidad y con la totalidad del aforo, léase el fútbol, ya se planteó que debíamos ser nosotros igual. Además, pudimos ver que la temporada taurina empezó con normalidad, por lo que fue entonces cuando decidimos que correspondía que en agosto Pontevedra fuera parte de la temporada taurina como venía siendo hasta ahora.
—¿Llegará el coso de Pontevedra a recuperar los cuatro festejos que llegó a celebrar antaño?
—¡Ojalá! Es lo que más me gustaría porque creo que la plaza lo merece, la afición lo merece, como también lo merecen esas peñas que no han parado todo este tiempo en demostrar su anhelo de volver tener su fiesta. Evidentemente, me gustaría que fuera una feria con un referente los más amplio posible, pero, de momento, hay que ser cautos y empezar con la lógica. Los dos festejos están bien y vamos a ver. Esperemos que haya una muy buena asistencia este fin de semana en Pontevedra y podamos disfrutar de una gran feria.