Volver a los orígenes de la prehistoria

Dani Cons / S.B. PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Un lugar propio de la Edad de Bronce acogió a nueve niños estos tres días

04 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Los campamentos son uno de los destinos preferidos entre los padres para sus hijos cuando llega este período estival. Una estancia de varios días donde los más pequeños de la casa pueden disfrutar del aire libre, conocer a más personas, relacionarse y divertirse con variopintas actividades de ocio que cada campamento ofrece.

Durante estos últimos tres días, desde el lunes hasta ayer, un grupo de niños, con edades comprendidas entre los 13 y 15 años, han podido vivir una experiencia inolvidable con uno de los campamentos más diferentes e interesantes que el programa Ponteverán, promovido por el área de Xuventude del Concello de Pontevedra, ofreció por segundo año.

Regreso á prehistoria es el nombre con el que este campamento invita a vivir unos días tal y como se vivían en aquella época histórica. Ubicada por el monte de San Martiño, en un lugar conocido como Chan das Mouras, en la parroquia de Salcedo, se encuentran las cabañas prehistóricas, cuatro chozas propias de la Edad del Bronce, que han servido de cobijo para unos nueve niños y sus monitores.

Un campamento alejado de los tradicionales, donde en lugar de actividades como piragüismo, estos campistas han aprendido a hacer fuego, barro o a saber orientarse por el bosque. Y de pasar a dormir en camas o literas, han tenido que acostumbrarse a hacerlo totalmente en el suelo, con un plástico que les servía de aislamiento térmico y para evitar el polvo, junto con unas esterillas y sacos de dormir para ganar comodidad.

«O que se trata é de que teñan unha inmersión na natureza. Nin móbiles nin as comodidades da casa, para que aprendan a valorar e xestionar a frustración, e comer o que hai, que lles sai maravilloso», comentaba el antropólogo Rafael Quintía, que también es uno de los monitores del campamento. «Con isto, disminúen a sobreestimulación que teñen. Non hai pantallas. Isto é seguir ao ritmo da natureza. Contamos historias baixo as estrelas. Que mellor Netflix que ese».

Uno de los objetivos de este campamento, además de disfrutar del entorno y de esta experiencia tan innovadora, es tratar de compartir con cada niño una concienciación sobre el medio ambiente, de ahí que muchas de las actividades de este campamento estén orientadas a ello, para que así puedan «facerse responsables», tal y como decía el antropólogo.

Uso del agua

En relación a esto, durante estos días, todos, incluídos los monitores, han aguantado con un depósito de agua para limpiar, lavarse o beber, del que consumieron un cuarto del depósito, «é dicir, o que gasta unha persoa en Pontevedra nunha mañá, tirando da cisterna tres veces».

Un espacio completamente natural que goza de manantiales con los que han podido disfrutar y aprovechar para beber y bañarse también. Y en lo que respecta a la comida, solo se han empleado alimentos perecederos o propios de la naturaleza, como huevos, patatas, arroz, pasta, atún o fruta. «Ofrecíamos un almorzo do Neolítico, como gachas de avena con mel e leite, unha cousa rica que aporta enerxía», explicaba Rafael Quintía.

En este último día no quiso faltar el concelleiro de Xuventude, Alberto Oubiña, acompañado también de algunos miembros de la comunidade de montes de Salcedo, entidad que impulsó de este singular espacio tan histórico. «Estamos a gozar dun verán moi bo, onde case todas as actividades de Ponteverán están totalmente cheas, e vemos unha recuperación total no ánimo das crianzas e os titores por este tipo de propostas», recogía el concejal.