Lourdes Veiga cuelga el uniforme de Froiz tras 49 años: «No estudié, pero el señor Froiz fue mi maestro»

Cristina Barral Diéguez
Cristina Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Esta mujer de Lourizán recibió este viernes el cariño de sus compañeros y no pudo no emocionarse

22 jul 2022 . Actualizado a las 17:33 h.

María Lourdes Veiga García volvió a ponerse este viernes el uniforme de Froiz para hacerse una foto de familia en el que fue su lugar de trabajo en Pontevedra. El pasado 9 de julio se jubiló tras 49 años de servicio en la empresa. Esta mujer menuda, natural de A Carballeira, en la parroquia de Lourizán, contó que empezó a trabajar con catorce años y medio en la que fue la primera tienda que abrió Magín Froiz en Pontevedra, la de Cobián Roffignac que después daría lugar a lo que hoy es el Híper Froiz de Santa Clara. «Comencé como frutera en la única tienda que había y luego pasé a perfumería. Allí estuve muchos años hasta que se abrió el híper, donde fui reponedora», relata. Lourdes se puso a trabajar tan joven, algo hoy impensable, pero corría el año 1973. «Yo no quise estudiar y mis padres me dijeron, que o trabajaba o tenía que estudiar», cuenta entre foto y foto.

Sus compañeras le dan un ramo y empieza a emocionarse tras ver a Manuela Nantes, una de las más veteranas, ya jubilada. «¡Muchas gracias, chicas!», les dice Lourdes. Manuela rememora cuando conoció a Lourdes: «Yo te recibí cuando llegaste a trabajar con los brazos abiertos, me caíste en gracia». Lourdes no puede aguantar las lágrimas, aunque aclara que son de alegría. Por delante tiene una nueva etapa para disfrutar de otra forma de la vida. Sabe lo que quiere hacer. «Soy una persona activa y lo voy a seguir siendo. Voy a hacer deporte, porque ando mucho, seguiré activa en casa y quedaré con mis amigas y con mis compañeras para tomar un café. También podré disfrutar de mis dos nietos, que son la alegría más grande», comenta en plan abuela.

Lourdes trabajó con Magín Froiz mucho antes de que aquella tienda de Cobián Roffignac se convirtiera en el potente grupo empresarial que es hoy. El jefe, como le llamaban y siguen llamando, se fue el pasado 10 de marzo, pero continúa muy presente. «Para mí el señor Froiz fue mi maestro, un gran jefe y también un compañero de trabajo. Fue una persona maravillosa, de lo mejor. Se preocupaba mucho por sus empleados y siempre estaba para lo que hiciera falta. En aquellos comienzos lo importante para él a primeros de cada mes era pagar a sus empleados», subraya Lourdes. Se le pregunta por anécdotas, y dice que podría escribir tres o cuatro libros. «Recuerdo que el señor Froiz me felicitaba porque me sabía el precio de venta al público de cientos de referencias. De aquella época en perfumería, recuerdo que se daban consejos a los clientes y que se vendía mucha crema Nivea, hoy hay un bum de marcas», reflexiona Lourdes.

Entre las muchas fotos que se hizo Lourdes con sus compañeros, no faltó una con una foto antigua donde aparecen los nueve trabajadores del híper ya jubilados. Son Medina Civeira, Esperanza Otero, Dolores Lamas, Lita Berjano, Manuel Fontán, José Manuel Froiz, Regina Seoane, Manuela Nantes y Lourdes Veiga, la homenajeada este viernes.