Raimundo Naveira, el inspector educativo de Pontevedra que hacía bandera de la tolerancia
PONTEVEDRA CIUDAD
La comunidad educativa está consternada por la muerte a los 59 años de este docente, que presentó documentales sobre el agro en la TVG y dejó huella en centenares de alumnos
15 jun 2022 . Actualizado a las 19:13 h.Un nombre, el de Raimundo Naveira Zapata (Lugo, 1962), circula este martes en boca de la comunidad educativa pontevedresa. Lo hace entre expresiones de tristeza y dolor. Porque Raimundo, inspector de educación pontevedrés, falleció ayer, 13 de junio, a una edad precoz y después de un largo período de enfermedad. Este martes, a las seis y media de la tarde, tendrá lugar su funeral en la basílica de Santa María La Mayor, en la ciudad donde trabajó.
Raimundo, aunque natural de Lugo, llevaba gran parte de su vida afincado en Pontevedra. Antes de ser inspector educativo, ejerció durante años la docencia. Se estrenó como profesor en 1989 y, durante dos años, trabajó como tal en el IES Sánchez Cantón de Pontevedra. Pasó también por el IES Monte da Vila, en O Grove. Y, en 1997, desembarcó en el instituto Luís Seoane, en el barrio pontevedrés de Monteporreiro, donde permaneció hasta el 2013.
Desde allí le recuerdan como «un profesor vitalista, un currante nato». Dicen que iba siempre un paso por delante en la búsqueda de proyectos novedosos con los que enriquecer la educación. Así que encajó a la perfección en un centro que siempre abrazó las iniciativas educativas europeas. Allí, donde impartía clases de Xeografía e Historia (era catedrático de esta especialidad desde el 2008), primero fue jefe de estudios y, posteriormente, director, entre los años 2009 y 2013. El actual responsable del equipo directivo, Carlos García, señala: «Raimundo era unha persoa totalmente activa, que sempre plantexaba as cousas de forma positiva e que sabía escoitar a quen opinaba distinto».
En el año 2013, pasó a formar parte del cuerpo de inspectores educativos. Y, ya en esta labor, volvió a dar muestra de ese talante: «Era un negociador nato, una persona con una vocación inmensa y que apostaba siempre por la tolerancia, por la flexibilidad... escuchaba a todos», señalaba este martes Manuel Torres, jefe de la inspección educativa en la provincia. Luego, añadía: «Cuando había un conflicto o una negociación complicada siempre intentábamos mandar a Raimundo porque sabía cómo actuar perfectamente. Su labor era muy reconocida en la consellería y por sus propios compañeros. Su muerte ha supuesto un mazazo para todos tanto en el ámbito profesional como, sobre todo, en el personal, porque era muy querido. Su amor a la educación le hacía ser partícipe y colaborador de cualquier proyecto».
Además de su labor como docente, Raimundo Naveira, casado y con dos hijos, también era una persona conocida para muchos espectadores de la TVG. No en vano, a finales de los años ochenta y principios de los noventa presentó una serie de documentales titulados O noso agro y emitidos en la televisión pública gallega.