López Penide
En todos los casos que han trascendido, los asaltantes ocultaban sus rostros y empleaban armas de fuego para amedrentar a los empleados que, en el momento de producirse los atracos, se encontraban solos atendiendo la gasolinera. Y es que en el plazo de un mes, la comarca de Pontevedra ha registrado, al menos, dos robos en grado de tentativa y un tercero consumado en otras tantas estaciones de servicio, las cuales se ubican en un perímetro de muy escasos kilómetros.
Por lo pronto, las investigaciones llevadas a cabo por la Policía Nacional y la Guardia Civil, centradas principalmente en el cotejo de los fotogramas de las grabaciones de las cámaras de seguridad no ha dado un resultado positivo. Como tampoco han podido determinar, tal y como confirmaron ayer desde el instituto armado, si las armas de fuego que se esgrimieron en estos tres sucesos eran reales o, por el contrario, simuladas.