Vertidos, intervenciones de pescados, rescates de perros maltratados... Las actuaciones más destacadas del Seprona de Pontevedra responden a una amplia casuística, en la que se encuadran investigaciones como la que salió a la luz en marzo del año pasado cuando trascendió que se había identificado a los responsables de dos empresas ubicadas en los términos municipales de A Estrada y Pontevedra por, supuestamente, infringir las normativas sobre residuos y sobre la seguridad en los trabajos con riesgo de exposición al amianto.
Por esas mismas fechas, los agentes de esta unidad del instituto armado procedió a investigar penalmente a un vecino de Moaña por un presunto delito de maltrato animal, ya que mantenía a una perra atada a un bidón metálico con una cadena, rodeada de excrementos y comida en descomposición. Desde la Comandancia añadieron que la mascota tuvo que ser rescatada y operada de forma urgente de dos hernias inguinales que ponían en peligro su vida.
Mientras tanto, en Ponteareas, se localizó a la persona que se consideró que era responsable de la colocación de trampas o lazos de cable montados para capturar jabalíes, algo que está prohibido. Se intervinieron una decena de lazos montados de acero trenzado, un punzón de unos cuarenta centímetros y el cadáver de un jabato.
Ya en mayo, una investigación iniciada en Pontevedra culminó con el arresto del responsable de una tienda de animales en Burgos por falsificación de documentos e intrusismo. Se le intervinieron, al parecer, cartillas de vacunación en blanco y un importante lote de medicamentos veterinarios que, presumiblemente, comercializaba ilegalmente. Las pesquisas tuvieron ramificaciones en Valladolid y Almería.
Un mes después, las pesquisas se dirigieron contra los responsables de una nave que se incendió en Catoira, que fueron acusados por el Seprona de los delitos de riesgo, contra los recursos naturales y el medio ambiente y falsedad documental. En el inmueble se «almacenaba más de una tonelada de productos químicos fumigantes muy tóxicos».
Ya por último, en octubre, se intervino en el muelle del Berbés (Vigo) algo más de media tonelada de atún de distintas especies, por no disponer de la preceptiva documentación que requiere la normativa que regula la pesca de estas especies. «Se pudo comprobar que las especies (...)carecían de los precintos reglamentarios y se encontraban sin cabeza y sin aletas».