Ángel Rodríguez podrá contar con toda la plantilla, salvo la ya sabida baja de Charles. El entrenador prescinde así de la baza del delantero brasileño para los últimos minutos de juego, como ha hecho en las últimas jornadas. «Para mí era un comodín, una baza importante porque siempre que sale, aporta y transmite a los compañeros esa energía y ese hambre, ese fútbol que tiene. Esperemos que no necesitemos esa aportación y que no lo echemos en falta», apunta el técnico la víspera del partido.
Otra de las incógnitas con las que parte el Pontevedra es la recuperación de Diego Seoane. No se sabrá hasta la hora del partido si Ángel Rodríguez podrá contar con el jugador ourensano. «Estamos apurando para ver si puede llegar al fin de semana, pero si no lo hace, habrá otro compañero, no tenemos problema», apunta el míster, que en la última semana apostó por una mezcla de intensidad y jornadas de descarga para aligerar la tensión que supone un encuentro que lleva toda la semana viviéndose en la calle. Pero Ángel Rodríguez no hace cuentas. «Las únicas cuentas que hay que hacer es jugar bien este domingo a las doce de la mañana», explica el entrenador. Al Pontevedra CF le basta con cuatro puntos para certificar matemáticamente su ascenso sin depender de lo que haga el Unión Adarve. Eso sí, si los madrileños pinchan hoy ante el Marino de Luanco y los granates hacen los deberes, Pontevedra será una fiesta en un estadio que superará con creces el 50 % de su aforo. «Tenemos que focalizar todos los esfuerzos en los 90 minutos, son 90 minutos de trabajo y de juego, de hacer las cosas bien y de ser el equipo que fuimos gran parte de la temporada. Y que para mí es el mejor», advierte un Ángel Rodríguez muy confiado.