Adiós a don Severino, el cura «excursionista» de Mourente durante sesenta años

c. b. PONTEVEDRA / LA VOZ

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Severino Ramón Rey Lapido, don Severino, en una bendición del día de san Cristóbal del año 2018
Severino Ramón Rey Lapido, don Severino, en una bendición del día de san Cristóbal del año 2018 OSCAR VíFER

Su último deseo, que lo enterraran con los suyos en un rinconcito del cementerio de la parroquia

27 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Severino Ramón Rey Lapido, cura párroco de Mourente, falleció la pasada madrugada en el hospital Quironsalud de Pontevedra a los 88 años. Estaba ingresado tras infectarse de covid-19, según confirmó a La Voz su familia. Recién salido del seminario y siendo muy joven, don Severino ofició su primera misa en el santuario de A Escravitude, en el municipio de Padrón, de donde era natural su familia. Sus primeros destinos fueron como capellán en Marín y cura en San Xurxo de Mogor. Antes de recalar en la que sería su parroquia durante 60 años, Mourente, se encargó de San Vicente de Cerponzóns y Verducido, ya en Pontevedra.

Severino tenía seis hermanos. Uno de ellos, Manuel, recordaba ayer que fue el sacerdote que más tiempo estuvo en la parroquia de Mourente, donde mandó construir la casa rectoral que fue su residencia. Además se ocupó también durante años de San Mauro, Santa Margarita y Bora, hasta que una reciente caída en la iglesia llevó al vicario a reducir su trabajo. «Estuvo más allá que aquí», rememora su hermano.

Don Severino tenía un carácter complicado, pero Manuel subraya que en el fondo era todo bondad: «Engañaba porque era bullicioso y activo, y esa bondad pasaba desapercibida». Cuentan quienes lo trataron que se preocupaba por todos los parroquianos y que se le conocía como el cura «excursionista». «Ahora hay el Imserso, pero entonces él llenaba cuatro ómnibus y llevaba a los vecinos a Lourdes, a Fátima y por toda España», comentan. También se empeñó en su día en ampliar el cementerio de Mourente «para que no se enterrara a la gente en la tierra».

Don Severino será enterrado hoy en el cementerio de Mourente. Su hermano desveló lo que le dijo a su hijo cuando ingresó en el hospital: «Dile a tus padres y a tus tíos que me quiero enterrar en Mourente con mis feligreses en un rinconcito del cementerio». Algo que harán los suyos para cumplir los deseos de un párroco que el próximo 31 de agosto habría cumplido 89 años.