Veintiún días esperando por la mercancía en Pontevedra: Así sufren los pequeños autónomos los consecuencias del paro en el transporte
PONTEVEDRA CIUDAD
«La mercancía estaba pagada, pero no llegaba y el pulmón económico es pequeño después del covid», lamenta Gonzalo Rodríguez, del Club del Café
04 abr 2022 . Actualizado a las 16:03 h.Es probable que hoy lunes llegue la mercancía que Gonzalo Rodríguez lleva esperando tres semanas. La huelga del transporte y el problema de logístico posterior han dejado casi desabastecido al Club del Café de Pontevedra. Tienen una cafetería en el centro de la ciudad y un tostadero que atiende a tiendas Gourmet, pequeños distribuidores y restaurantes de toda Galicia. Este pequeño negocio sufrió las consecuencias del parón hasta el punto de tener que parar su distribución durante diez días. «A los Gobiernos y a las administraciones se les llena la boca cuando hablan de igualdad de oportunidades, pero en realidad no las hay», esgrime Rodríguez, que ahogado por la falta de material y con el temor de no poder atender a sus clientes se subió a su coche y fue hasta Valladolid para poder traer la mercancía que había quedado atrapada allí en su ruta hacia Galicia. Llega en barco a Barcelona y se transporta por vía terrestre, pero en estas tres semanas encontró un tapón insalvable. «Hicimos el pedido un par de días antes de la huelga, pero se quedó a medio camino. Venía de Barcelona y tuvo que buscar un almacén en Castilla porque era imposible entrar en Galicia», subraya el empresario pontevedrés.
Los 180 kilos de café que había comprado no podía rentabilizarlos. «No podíamos hacer otra cosa más que esperar. Habíamos ya pagado la mercancía, pero no llegaba. Después de la pandemia, el pulmón económico de los autónomos es muy pequeño», lamenta Gonzalo, que reconoce el estrés que supuso estar a punto de cerrar su actividad ante la falta de mercancía. Después de dos años duros de covid, el responsable del Club del Café asegura que habían aprendido a mantener el equilibrio perfecto para tener mercancía y liquidez y evitar sobresaltos. «Y de repente llega la huelga de transportes y te ves sin nada», explica. En esa situación de desesperación que vivieron, se vio obligado a rastrear el mercado para buscar una alternativa asumible. «Encontramos un pequeño proveedor de café verde en A Guarda, en la frontera con Portugal y pudimos ir a buscarlo con nuestra furgoneta», comenta Gonzalo Rodríguez, mientras muestra las despensas vacías del Club del café. «Necesitábamos una solución para no dejar a nuestros clientes de la cafetería, teníamos que seguir garantizando el consumo, pero igualmente acabó afectándoles porque estábamos sin descafeinado y sin algunas especialidades de café de orígenes», comenta.
Este lunes espera que acabe esa pesadilla de 21 día sin proveedores y teniendo que buscar alternativas para que la huelga del transporte no dejase el mismo impacto que la pandemia. Mientras él esperaba por su café, veía como a grandes empresas le entraba mercancía. «A nosotros los chiquititos nadie nos escolta», lamenta.