Ni la invasión de Ucrania genera un mínimo de empatía en la corporación
22 mar 2022 . Actualizado a las 11:38 h.La corporación de Pontevedra celebró este lunes un pleno para el bochorno. Hacer política con la invasión de Ucrania, un drama que afecta a millones de personas, está en el extremo opuesto de lo que demandan los ciudadanos a los que supuestamente representan los 25 concejales. ¿A alguien le cabe en la cabeza que estando todos de acuerdo en condenar la invasión no se alcance un acuerdo y se tiren ¡28 minutos! debatiendo?
El pleno venía torcido desde la junta de portavoces del pasado miércoles. El PP, que había registrado su moción quince días antes, se negó a aceptar como declaración institucional el texto propuesto por el gobierno local BNG-PSOE para condenar la invasión. Ahí empezaron las tiranteces, que acabaron con dos mociones en el pleno.
¿Por qué el PP no quiso aceptar ese texto? Lo dejó claro su portavoz, Rafa Domínguez, ayer: para no «blanquear» al BNG. El PP incluía en su texto una mención expresa a apoyar a la OTAN y a la UE, a sabiendas de que el BNG no aceptaría ese texto y buscando así una vía para la crítica política. El texto que proponía el PP era similar al que se aprobó en el Parlamento de Galicia sin el apoyo de los nacionalistas.
La otra moción, la del BNG y PSOE, no aludía a la OTAN ni a la Unión Europea. Pero condenaba igual de enérgicamente que la del PP la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Y tampoco era un texto sin más, sino que reproducía los acuerdos alcanzados por unanimidad en las diputaciones de A Coruña y de Lugo, en el Concello de Santiago o en la Fegamp. En esos casos, el PP sí aceptó ese texto como postura unánime. En Pontevedra no.
Los nacionalistas no dieron su brazo a torcer y se negaron a secundar el texto del PP. «Somos un partido antimilitarista, pacifista e antiimperialista», señaló Carme da Silva. Y los concejales del PSOE, cuyo portavoz, Tino Fernández, fue el único que mostró algo de vergüenza ajena pidiendo dejar al margen de la de la disputa política un asunto tan serio como la invasión de Ucrania, acabaron votando con sus socios de gobierno: sí a la moción BNG-PSOE, no al texto del PP.
Eso les valió que Domínguez tildase a los concejales socialistas de «panda de borregos». Tino Fernández le pidió que retirase el insulto y el portavoz del PP se negó alegando que utilizaba la palabra borregos «en su segunda acepción: que se somete gregaria o dócilmente a la voluntad ajena». Incluso argumentó que la expresión no era producto de un calentón sino que lo llevaba por escrito.
Pero en esta crónica falta un protagonista. El concejal no adscrito, Goyo Revenga, que desde que fue expedientado por Ciudadanos en julio del 2020 no rinde cuentas a ningún partido. No intervino en el debate, pero seguramente aburrido, hastiado o abochornado por el espectáculo optó por abstenerse en las dos mociones. ¿Alguien cree que lo hizo porque no condena la invasión de Ucrania? Pues claro que no, pero con su desprecio al lamentable espectáculo que se vivió en el pleno seguramente hizo más por representar a los pontevedreses que el resto de grupos.
Propuesta conjunta BNG-PSOE (aprobada)
1. Condenar a agresión de Rusia a Ucraína e mostrar a total solidariedade co pobo ucraíno.
2. Esixir un inmediato alto o fogo e a retirada das tropas rusas do territorio ucraíno.
3. Solicitar respecto para o dereito internacional, os dereitos humanos e os Acordos de Minsk, e que se traballe pola resolución do conflito no marco da ONU e da OSCE.
4. Demandar o retorno á vía diplomática como única fórmula para resolver as diferenzas e para acadar acordos de paz duradeiros.
5. Apoiar e colaborar nas medidas de axuda humanitaria que se decidiren para facer fronte á crise da persoas refuxiadas.
Propuesta del PP (rechazada)
1. Condenar la agresión de Rusia a Ucrania, reprobando la guerra unilateral que ha iniciado Rusia.
2. Mostrar la total solidaridad de Pontevedra con Ucrania y en especial con los ucranianos que viven en nuestra ciudad.
3. Solicitar el alto el fuego inmediato y la inmediata retirada de las tropas rusas que están de forma ilegal en territorio ucraniano.
4. El respeto al derecho internacional, a los derechos humanos, a los acuerdos de Minsk y que se trabaje por la resolución del conflicto en el marco de la ONU y la OSCE.
5. El apoyo a la Unión Europea y a la OTAN para que continúen con las medidas ya establecidas e inicien todas aquellas que consideren necesarias para apoyar a Ucrania.
6. La utilización de la vía diplomática como única fórmula para resolver las diferencias y conseguir acuerdos duraderos.