La huella pontevedresa en la catedral europea del megalítico

Alfredo López Penide
López PEnide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

JAVIER COCA / CEDIDA POR SERGIO PORTELA

Una escultura de Sergio Portela es de los primeros referentes visuales al acceder al Museo de los Dólmenes de Antequera

19 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Casi cuatro décadas después de haberse anunciado el proyecto actual y 31 años desde que comenzaron las obras, esta misma semana se inauguró el Museo de los Dólmenes de Antequera, un edificio en el que el escultor pontevedrés Sergio Portela ha dejado huella. Y es que lleva su firma la pieza que parece flotar sobre el agua de un estanque en uno de los laterales de este inmueble donde se sitúa un gran ventanal.

«Me llamó Bartolomé Ruiz, que es el director del conjunto arqueológico, y me solicitó una escultura simbólica, al tiempo que representativa de la gente de aquella época», señaló recordando que el yacimiento fue reconocido como Patrimonio Mundial de la Humanidad en el 2016. El simbolismo de la escultura se puede apreciar en detalles como las orejas, que «son como las de un lince», apunta Sergio Portela, al tiempo que señala que «la zona tiene una geoastronomía muy peculiar. Tiene la Peña de los Enamorados enfrente y está el Torcal de Antequera —un paisaje kárstico único en Europa—, por lo que en la época sería como la catedral del megalítico».

CEDIDA POR SERGIO PORTELA

Resalta la relevancia que tiene la institución recientemente inaugurado, mas si cabe que ya tras la visita del rey Alfonso XII a la zona en 1885 se abordó la necesidad de levantar una museo. Es por ello que el artista pontevedrés no oculta se satisfacción de que le hubieran realizado este encargo: «Sentí una gran responsabilidad porque tenía que acometer una obra para un encargo tan especial», cuya fundición recayó en Artebronce Cuqui Piñeiro.

El emplazamiento

A este respecto, y tras confirmar que realizó varios viajes a la zona para estudiar todo el entorno —«una escultura no es su forma en sí, sino que es todo lo que tiene alrededor. Y es que, en función de lo que se haga, el edificio puede ganar o perder», remarca—, de tal modo que, conjuntamente con el arquitecto, establecieron el lugar idóneo donde emplazar la pieza. De este modo, es uno de los primeros referentes visuales cuando uno se aproxima al inmueble.

«Da gusto que a uno lo llamen desde Andalucía y eso es porque tengo varias obras allí y les han gustado. Tengo obras en Sevilla, Málaga, Córdoba y Cádiz, y me han llamado por un trabajo bien hecho previamente. Nadie le habló a Bartolomé Ruiz de mí, sino que vio un par de trabajos míos, le gustaron y me llamaron. Indagó sobre quien era el escultor de aquello, le dijeron que seguía vivo y se puso en contacto conmigo», subrayó Portela, quien no oculta su satisfacción por la reciente cesión al Concello de Poio por parte de Defensa de la Illa de Tambo: «Ahora tenemos que ver cómo se enfoca el futuro de la isla. Esto tiene que ser como una orquesta y una orquesta tiene que tener un director porque sino, va cada uno por su lado».