Bará acusa a la Xunta de querer «forzar o peche» de Ence para crear un conflicto social en Pontevedra
PONTEVEDRA CIUDAD
El director de la Axencia Galega da Industria Forestal replicó al BNG que en la polémica sobre la pastera hay que actuar con «respecto e realismo»
02 feb 2022 . Actualizado a las 18:23 h.El diputado del BNG Luís Bará acusó este miércoles por la mañana a la Xunta de querer «forzar o peche» de Ence para crear un conflicto social en Pontevedra que le permitiese al PP sacar rédito político. Asimismo, desde el BNG se aseguró que la Xunta no respeta la sentencia de la Audiencia Nacional que anuló la prórroga de la concesión de la pastera en Pontevedra y acusó al PP de «usar artimañas para manipular á opinión pública e burlar a Lei cunha intepretación parcial e sesgada do informe do Consello Consultivo sobre unha futura adscripción de Ence ao porto de Marín». Para el líder del Bloque el futuro de Ence depende, no de su posible adscripción al puerto, sino del Tribunal Supremo, que debe todavía pronunciarse sobre el recurso que plantearon la compañía, empresas sectoriales y los comités de empresa de la pastera contra la anulación de la prórroga. Es más, según Bará, Ence tendrá que cerrar si el Supremo falla en contra de la prórroga independientemente de que los terrenos de Lourizán pasen al ámbito portuario.
El portavoz de Medio Ambiente del BNG concluyó que, desde su perspectiva, la intención del PP es «crear unha ficción e enganar á sociedade e traballadores para facer crer que Ence pode seguir aí» y acusó a la Xunta de buscar «un conflicto social» al no buscar o facilitar alternativas de ubicación a la pastera en Galicia.
Por su parte, el director de la Axencia Galega da Industria Forestal (Xera), Ignacio Lema, negó las acusaciones del BNG y aseguró que el cierre de Ence no se debe a la actuación del PP ni de la Xunta. «De la factoría de Lourizán dependen 5.000 empregos directos e indirectos e múltiples empresas de suministros forestais, contratas de mantemento, transporte, estiba e de todas aquelas outras actividades económicas que están vinculadas ao funcionamento, así como 80.000 familias no rural». Para Lema, «estamos ante unha situación que ante todo e sobre todo merece respecto e realismo por parte de todas as Administracións públicas e de todas as forzas políticas».
El representante de la Xunta recordó que la empresa manifestó su intención de no invertir en el traslado de su fábrica en Galicia por razones técnicas y que, en caso de hacerlo, sería fuera de Galicia. Desde la Xunta, se ve posible y viable «estudar» la vía de la adscripción de los terrenos de Lourizán al puerto de Marín, tal y como pidió el comité de empresa de oficinas de la pastera. Lema recalcó que en la zona de servicios de un puerto, la legislación marítima «permite incluir empresas industriais cuxa localización esté xustificada pola súa relación co tráfico marítimo en termos de volume de tráfico, ou polos servizos que preste».
Ante el resultado del informe del Consello Consultivo, Lema reiteró que es posible hacer esta adscripción, pero reclamó un cambio de actitud en Madrid. «Naturalmente é necesario contar coa colaboración do Goberno central para aplicar esta saída, pero lamentablemente tense negado a estudar tal posibilidade e tampoco cumpre co compromiso de encargar un estudo de posibles alternativas». Por lo tanto, para Lema, si hay que buscar responsables sobre el actual conflicto, no hay que buscarlos en Santiago, sino en el Ejecutivo español. «O Goberno, despois de ser un dos principais causantes do problema que viven miles de familias, di non a proposta da continuidade en Lourizán que propoñen traballadores e Xunta e ao mesmo tempo tampouco ofrece ningunha outra alternativa», subrayó.