Luz verde sin sorpresas al presupuesto de Pontevedra para este año
PONTEVEDRA CIUDAD
Los votos de BNG y PSOE se bastan para sacar adelante unas cuentas que ascienden a 85,9 millones de euros y que el PP rechaza por estar «alejadas de la realidad»
09 ene 2022 . Actualizado a las 20:40 h.Pontevedra ya tiene presupuestos municipales aprobados para este año. Aunque aún tardarán varias semanas en entrar en vigor, ya que falta la exposición pública por un plazo de quince días y otro mes de máximo para resolver posibles reclamaciones, desde el punto de vista político las cuentas están aprobadas desde poco antes de las doce del mediodía de este viernes, cuando la mayoría que conforman BNG y PSOE en el pleno se bastó para rechazar la enmienda a la totalidad que planteaba el PP y para sacar adelante el proyecto presupuestario. El concejal no adscrito, Goyo Revenga, se abstuvo en ambas votaciones.
El pleno fue un cara a cara entre el concejal de Facenda, Raimundo González Carballo (BNG), y el portavoz del PP, Rafa Domínguez. Con visiones antagónicamente opuestas sobre las cuentas e incluso sobre algo tan poco opinable como son las cifras, los dos mostraron sus respectivas visiones de Pontevedra y del futuro.
González Carballo glosó el proyecto afirmando que «se quiseramos sintetizar que significa este orzamento, podemos afirmar que é un orzamento que mellora a calidade dos servizos, é un orzamento investidor, é un orzamento cun profundo contido social e que significa sentar as bases á transición do Concello de Pontevedra cara a unha economía circular».
Destacó que la cuantía total se eleva un 6,4 % con respecto al 2021, alcanzando los 85,9 millones de euros, y detalló cuestiones como que las inversiones suben casi un 20 %, el gasto en Servicio de Axuda no Fogar crece un 53 % o el destinado al área de educación, un 14,6 %. También aludió al nuevo contrato de gestión de residuos, y subrayó que si ahora ya se tratan en Pontevedra el 30 % de los biorresiduos mediante los sistemas de compostaje, el objetivo es llegar «á excelencia, ao 90 %».
Aludió también a la congelación de tasas e impuestos por octavo año consecutivo, y a que Pontevedra, ocupando el puesto 87 en cuanto a población entre las ciudades de todo el Estado, ocupa según el Ministerio de Hacienda el puesto 536 en la carga impositiva del IAE, el 964 en el impuesto de vehículos, el 1.492 en el impuesto de obras, el 1.990 en el de plusvalías y el 2.256 en cuanto al IBI.
El teniente de alcalde, Tino Fernández (PSOE), hizo una única intervención en la que apuntó que los presupuestos vienen a ratificar la voluntad del gobierno de coalición «para loitar contra os efectos da pandemia, manter o funcionamento do Concello e avanzar na folla de ruta que nos marcamos ao inicio do mandato. E teño que dicir que o estamos a facer ben».
Y llegó el turno de Domínguez, que quiso dejar claro que «estos presupuestos no son buenos y están alejados de la realidad», justificando así la enmienda a la totalidad que defendía su grupo. Aseguró que son «improvisados» porque no se presentaron antes del 15 de octubre, porque carecen de un Plan Estratégico de Subvenciones o porque tienen un exceso de partidas genéricas. Tres aspectos, subrayó, que reprochan los funcionarios municipales en el Informe de Intervención que acompaña a las cuentas.
Señaló también el portavoz del PP que pese al incremento en la partida de inversiones «volverán a ser escasas, ya que año tras año ejecutan menos del 40 %. Por lo tanto, en realidad no se invertirán ni cinco millones de euros». Y criticó que todas las obras «son de años anteriores, no hay proyectos nuevos». Siguiendo con el capítulo de inversiones, Domínguez cuestionó que los presupuestos «confirman el absoluto abandono del rural y de los barrios».
También denunció, pese a los datos de González Carballo y a la congelación, la «elevada carga fiscal para los servicios que recibimos los ciudadanos. Son unos impuestos y tasas desproporcionados», o que el nuevo contrato de basura supondrá «un gasto desmesurado». Y se ganó el aplauso de los miembros de la junta de personal que asistían el pleno al afirmar que las cuentas «son perjudiciales para los trabajadores del Concello».
Raimundo González describió la enmienda a la totalidad planteada por el PP como un «escritiño» que incluso contiene errores tipográficos. «Moita atención non lle prestaron, que nin siquera pasaron un corrector ¿eh?».
El concejal de Facenda habló de cifras, destacando que el área de Benestar Social, cuya dotación según el PP disminuye, pasa de 4,9 a 5,5 millones de euros, por lo que pidió «máis rigor» y concluyó que la enmienda y las intervenciones de Domínguez «non aportan absolutamente nada aos orzamentos».
El portavoz del PP señaló que no se puede decir que los servicios sociales mejoren «cuando la lista de espera para atenciones urgentes es de cuatro meses», y justificó los errores en el texto aludiendo a que se tratan de un error «aunque lo importante es el fondo».
También salió a relucir la pretendida planta de compost prevista en A Canicouva. El PP cuestiona que se lleve pagando un alquiler por los terrenos desde el 2015 por unos terrenos que no se han utilizado (asunto que ha judicializado), y González Carballo acusó a la oposición de estar en contra de la creación de empleo, pues esa planta generará, afirmó entre 20 y 30 puestos de trabajo. «¿El contrato se firmó en el 2015 y se paga todos los años. ¿Cuántos empleos ha generado? Se lo digo yo: cero», fue la respuesta de Rafa Domínguez, que echa en falta en los presupuestos infraestructuras necesarias para la ciudad como una biblioteca municipal, mejoras en instalaciones deportivas o en el mercado de abastos o incluso dotación para elaborar de una vez un nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal.
El debate ya se acabó yendo por la ramas al sugerir González Carballo que el PP podría proponer un congreso sobre el aniversario de la muerte de Manolete o sobre destrucción de composteros.
Menos de una hora después del inicio del pleno, el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores dio paso a la votación. «É un orgullo e un pracer someter a votación estes orzamentos», proclamó el regidor. Nadie se movió de su postura: quince a favor (BNG y PSOE), una abstención (el concejal no adscrito) y nueve en contra (PP).