Detenido el 25N en Pontevedra por quebrantar una condena por violencia de género

Apenas unos minutos después de que hubiese comenzado el 25N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la Policía Local de Pontevedra ya tuvo una primera intervención por violencia machista. A raíz de una llamada telefónica alertando de una fuerte discusión de pareja en un piso, el cuerpo desplazó una patrulla.

En paralelo, los agentes se entrevistaron con la persona que les llamó, quien les manifestó que, «ultimamente, eran frecuentas as fortes discusións, así como golpes». De hecho, en un momento dado, pudieron «como a muller dicía en voz alta ‘estás a facerme dano'», precisaron desde la Jefatura.

Una vez desplazados al domicilio, los policías escucharon claramente una voz femenina, si bien el hombre que les abrió la puerta, inicialmente, negó este extremo asegurando que estaba solo. Sin embargo, entonces, desde el interior oyeron como una mujer se interesaba por quien había llamado.

Esta última, si bien reconoció la discusión, negó haber sido agredida y los agentes no observaron signos de violencia. En todo caso, al identificar al pontevedrés de 47, comprobaron que «ten en vigor unha orde de afastamento desta muller, polo que se procede á detención por un presunto delito de quebrantamento de condena por violencia de xénero».

No presentó denuncia

A la vista de la ocurrido, la Policía Local de Pontevedra no quiso pasar la ocasión para resaltar que, «unha vez mais, a solidarizade e a colaboración cidadá demostrou ser determinante para atallar este tipo de delitos, especialmente en casos coma este, cando a muller manifesta a súa vontade de non presentar denuncia». Incidieron en que «a acción directa dos cidadán neste tipo de delitos, neste caso co seu testemuño, é imprescindible para que a policía actúe de oficio e poida proceder á detención desta persoa e poñela disposición xudicial».

En este sentido, desde el cuerpo municipal reconocieron que este tipo de episodios delictivos se suelen dar en unas circunstancias tales, «relacións afectivas, ambiente de medo, convivencia no mesmo domicilio, que deixa ás vítimas a mercé do delincuente» por lo que se trata de «feitos dunha natureza moi singular». Esto explica la dificultad que, en muchos casos, las víctimas tienen para denunciar, por lo que «a solidariedade e a implicación da sociedade, e como dos poderes públicos resulta básica para afrontar este problema e tal implicación non é doada na actualidade».

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