Pontevedra y los comuneros consolidan un anillo verde de 3.500 hectáreas
PONTEVEDRA CIUDAD
El Concello impulsa planes de ordenación forestal en buena parte del territorio
27 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Consolidar un anillo verde que ocupa en torno a 3.500 hectáreas de monte, un 25 % del territorio municipal de Pontevedra. Ese es el objetivo del «histórico» convenio que este viernes suscribieron el Concello de Pontevedra y la Mancomunidade de Montes, por el que diez de las catorce comunidades que forman parte de esta entidad tendrán financiación para elaborar planes de ordenación forestal. El convenio tiene una vigencia de dos años, pero sus resultados se verán, apuntó Iván Pérez, presidente de la mancomunidad, «vinte, trinta ou corenta anos». Las diez comunidades que se beneficiarán de los 80.000 euros de financiación —cuarenta mil en este ejercicio y cuarenta mil en el 2022— son las de O Salgueiral y Castrolampán (ambas en Bora), y las de Lérez, Lourizán, Ponte Sampaio, Salcedo, Santa María de Xeve, Santo André, Tomeza y Verducido. Hay otras cuatro que forman parte de la mancomunidad —A Canicouva, Marcón, Mourente y Campañó— no entran en este convenio porque ya tienen planes de ordenación forestal en vigor. Sí participarán de posteriores fases del mismo.
«Pontevedra é exemplar, unha referencia, en canto a modelo urbano —apuntó Iván Pérez— e con este convenio vai ser tamén exemplar en xestión do rural». El presidente de la mancomunidad recordó que estos planes de ordenación permitirán que el monte de Pontevedra tenga un mayor uso social y recreativo, que se apueste por una mayor presencia de especies autóctonas que permitirán diversificar el aprovechamiento económico de las plantaciones y, al mismo tiempo, crear barreras naturales contra los incendios.
El alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores (BNG), destacó la apuesta decidida del Concello de Pontevedra por la puesta en valor de la masa forestal del municipio. Recordó que unas 7.000 de las 12.000 hectáreas de superficie de Pontevedra son terreno forestal y que en la oleada de incendios del 2006 ardieron más de 4.000. «Entón impulsamos estas políticas de apoio ao monte, porque entendemos que é un ben natural que transcende aos seus propietarios». Lores aludió al plan Monte Vivo, puesto en marcha tras aquellos incendios y que facilitó la plantación «de 400.000 árbores» y a la creación de los parques forestales de O Pontillón, A Tomba y A Fracha como primeros ejes de esa apuesta municipal que ahora se consolida con el convenio suscrito con la Mancomunidade.