La variante de Alba se mantiene viva en el presupuesto pese a su bloqueo
PONTEVEDRA CIUDAD
Los Orzamentos de la Xunta prevén medio millón para el 2022, tres en el 2023 y 5,5 el año siguiente
21 oct 2021 . Actualizado a las 09:56 h.La variante de Alba, un vial largamente demandado en Pontevedra para conectar las carreteras de Santiago y Vilagarcía al norte del casco urbano, se mantiene viva presupuestariamente pese al bloqueo que padece la infraestructura por las discrepancias entre Xunta y Concello de de Pontevedra acerca de su trazado.
El gobierno local remitió en julio a la Xunta su plan, que contempla el mismo trazado que fue elegido en su día por la Administración autonómica pero variando ostensiblemente las características del vial para suavizar su impacto en el territorio, después de que la Xunta de Galicia dejase el proyecto en vía muerta ante el rechazo vecinal en la zona del nuevo trazado. Discrepancias en público de la propia conselleira de Infraestructuras, Ethel Vázquez, y el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, durante un acto en Pontevedra acabaron por enfriar aún más el avance en una solución.
No la hay todavía. Pero lo que sí hay, a la luz de las cuentas presentadas ayer por la Xunta de Galicia es la voluntad de invertir en el vial, tenga este finalmente un trazado u otro. Los presupuestos dejan para el 2022 medio millón, lo que mantiene viva la infraestructura y permite la búsqueda de un trazado que satisfaga a todas las partes. La consignación prevista para el 2023 y el 2024, con 3 y 5,5 millones de euros respectivamente ya garantizaría su ejecución.
El desencuentro público entre Vázquez y Lores se produjo precisamente tras un acto en el que sí mostraron total sintonía en la colaboración entre Administraciones en la reforma de la estación de autobuses y su conexión con la estación ferroviaria para crear un polo de transporte intermodal para Pontevedra.
Y de hecho, el compromiso presupuestario con la estación de buses continúa, con 1,2 millones de euros para finalizar las obras en marcha, junto con otros 307.000 para acometer demoliciones dentro de los mismos trabajos.