Carlos Conde, la marca gallega con 82 barberías que nació en un local de 20 metros cuadrados de Pontevedra

PONTEVEDRA CIUDAD

Cedida

El grupo gallego de peluquerías especializadas en caballeros es uno de los más importantes a nivel nacional tras una expansión que comenzó en el 2014, cuando franquiciaron su modelo de negocio

06 oct 2021 . Actualizado a las 15:13 h.

Si pensamos en una marca de peluquerías seguramente la primera que nos viene a la cabeza es la afamada Llongueras. Pocos saben sin embargo que hoy «la cadena de barberías con más locales abiertos en el territorio estatal es gallega», defiende Carlos Conde. En 1996 abrió su primer salón centrado en el género masculino. Un espacio de apenas 20 metros cuadrados en Pontevedra. Antes, y también después, llevó a cabo otros experimentos para buscar la fórmula perfecta de un negocio que pudiera exportar. Peluquerías para mujer, para niños o grandes centros de estética. El resultado final lo llevó a cerrar el círculo en torno a su pasión. Fue así como nació una red de establecimientos que hoy suma 82 centros en toda España, 25 de ellos en Galicia.

«Probé varias posibilidades que después deseché antes de llegar a la conclusión de que lo mejor era especializarse», explica Carlos Conde Gil, el fundador de la cadena Carlos Conde. «Vi que había un hueco grande de mercado en el sector masculino. Cuando empezamos aún no estaba generalizado el concepto de barberías que vemos tanto hoy. Las que dominaban eran o peluquerías mixtas o los clásicos barberos de toda la vida», recuerda.

El cóctel que surgió de sus pruebas fue bien y consiguió convencer a los inversores después de trazar con un equipo de consultores un proyecto basado en la fórmula de las franquicias. «Creía en el concepto que definimos, vi que podía ser un modelo de negocio rentable y pensé en la franquicia por su rápido posicionamiento. Sí me hubiera gustado arrancar el proyecto con más unidades propias, pero mi capacidad financiera entonces no podía asumir la expansión inicial que quería tener en Galicia», argumenta Conde.

Hoy, de los 82 centros abiertos, 14 dependen directamente de su gestión, la mayoría en Galicia, pero también es propietario de salones en Madrid y Valladolid. El resto son negocios de los franquiciados. «Cuando arranqué, la estrategia era acompañar a la franquicia en un 10 % del crecimiento con unidades propias. Actualmente, propias tenemos 14. Con el nuevo plan de expansión a través de inversores y recursos propios, queremos aumentar el número de centros propios y no descartamos llegar a cerca del 50 %», avanza el empresario.

Inmersos en un nuevo lanzamiento, la cadena para mujeres Candela, también a través de franquicias, ultiman dos aperturas, una en Madrid y otra en Zaragoza. Todo esto, mientras no descartan exportar al extranjero la fórmula de las barberías.

Crecimiento

Para que una cadena de franquicias funcione, cada uno de los locales abiertos debe ser fiel al original. «Este es un gran caballo de batalla, el control del día a día. Para gestionarlo tenemos un departamento de operaciones que se encarga de que el trabajo en los centros, lo que se les enseña a nuestros profesionales, se cumpla lo más rigurosamente posible», expone Carlos Conde.

El grupo que conforman sus peluquerías propias con las franquiciadas ha recibido diferentes distinciones. Desde el premio a la Mejor Franquicia en Peluquería, el de Excelencia Empresarial, Mejor Empresa Franquiciadora más consolidada a nivel nacional o la medalla de oro concedida por la Asociación Europea de Economía y Competitividad.

Con unos 300 empleados, 60 en sus salones propios y en la central, el siguiente paso, si la pandemia lo permite, es apostar por la internacionalización. Ahora hay tres franquicias de sus barberías en Portugal y otra en la isla Gualupe, en el Caribe.

«Para seguir creciendo e ir a países de Latinoamérica o EE. UU. vamos a recurrir a la figura del máster franquiciados. Le vendemos a un inversor el saber hacer de la marca bajo nuestro nombre para que desarrolle nuestro modelo de negocio en otro territorio», detalla el empresario. Su línea de productos estéticos, Rhombus, con más de 30 variedades, es otra de las iniciativas nacidas al calor de sus peluquerías.

«Cortarse el pelo no es ningún artículo de lujo»

 

Calidad a precios razonables. Esta es la filosofía de la cadena que aspira a llegar a los cien locales para el verano del 2022. «En Galicia, a diferencia de en el resto de España, no abundan las cadenas de peluquerías», dice Carlos Conde.

­-¿Peluquero o empresario?

-Ahora soy 100 % empresario, pero sigo siendo 100 % peluquero, lo que pasa es que mi día a día no me permite ejercer como tal.

-¿Cómo les afectó la pandemia?

-Nos penalizó bastante las cuentas de resultados, pese a que fuimos un sector que pudo abrir y atender, pero cayó el flujo de clientes, sobre todo de los mayores. Convertimos nuestros centros en ambientes seguros y, aún así, la caída de ingresos en muchos salones fue del 40 %. Ahora, los números van recuperando la regularidad previa al covid.

-El IVA al 21 % no ayuda.

-Seguimos manifestándonos por eso. Hace unos años facturábamos al 8 %. En el 2012 se subió el IVA al 21 %. Este Gobierno aseguraba que nos iba a ayudar a bajarlo del 21 al 10, pero seguimos esperando. Somos un sector de primera necesidad, cortarse el pelo no es un artículo de lujo. Un 10 % sería un porcentaje justo. En nuestro caso no tuvimos ninguna baja, pero hubo muchos cierres estos dos años.

-Y cuando se supere el covid, ¿qué planes hay?

-Una vez que eso pase, creo que va a haber momentos buenos. Nos están llamando personas interesadas en la marca que se plantean tener una franquicia.