Zona Monumental denuncia que Pontebirra perjudicó a la hostelería local

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Los comerciantes del centro histórico cuestionan que se permitiera abrir hasta la 1 de la madrugada cuando los negocios de hostelería cerraban a las 23 horas

21 sep 2021 . Actualizado a las 09:49 h.

La feria de la cerveza artesanal, Pontebirra, que se celebró el pasado fin de semana constituyó todo un éxito de público, con aforo completo prácticamente en los cuatro días con las casetas abiertas.

Sin embargo, la celebración de este evento no ha dejado para nada satisfechos a los negocios del centro histórico, que se sintieron perjudicados. La asociación centro comercial urbano Zona Monumental ha trasladado al Concello de Pontevedra, organizador de la feria, su malestar. «Se realiza una feria como exaltación de la cerveza artesana, en este punto todo correcto, donde se acompaña con food trucks, y carpas donde se realiza labores de restauración, fuera del contenido esencial que es la cerveza artesana. Por ello perjudicando a una hostelería que aún está recibiendo los golpes de la pandemia y en vez de intentar atraer el publico hacia sus locales, se promociona un evento, a todas luces hostelero, al centro de la Herrería», señala la asociación, que critica que entre los profesionales que dispusieron de puestos en la feria «no había presencia de ningún empresario de la ciudad».

En este sentido, desde Zona Monumental se lamenta que la celebración de esta feria de la cerveza artesanal «no fue consensuada ni con vecinos, comerciantes ni hosteleros, que se han visto perjudicados por este evento».

También se cuestiona que «en tiempos de Covid, con unos protocolos duros para todos los hosteleros» se permitió que la feria permaneciese abierta «hasta la 1 de la madrugada, cuando a los hosteleros de la primera planta del mercado se les obliga a cerrar a las 23 horas». Asimismo, se pone en duda los controles de acceso al recinto vallado en el que se celebraba la feria: «en ningún momento se controló el aforo al recinto, simplemente se les pide a los visitantes que dejen su nombre y un teléfono, pero nadie controla dicha entrada al recinto».

Por último, se critica que los beneficios para esta fiesta fueran para «una empresa privada de fuera de Pontevedra», cuando en la ciudad existe la tradición de celebrar este tipo de fiestas de la cerveza para ayudar a los clubes deportivos de la ciudad.