Cien gaviotas menos en ocho años: el plan para controlar la especie que enerva a los hosteleros pontevedreses

M.H. PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Concello de Pontevedra

El Concello señala que la población de la especie se ha reducido a la mitad y da datos también sobre la bajada del censo de palomas

07 sep 2021 . Actualizado a las 12:45 h.

Pontevedra lleva desde el año 2014 con un plan de control de gaviotas y palomas, que lleva a cabo la empresa Larus. Ocho ejercicios consecutivos retirando nidos y pollos han logrado que la población de gaviotas se reduzca a la mitad. Y todo ello pese a que en la pandemia las aves camparon a sus anchas y gozaron de una mayor libertad para moverse por el entorno urbano.

En el caso de las gaviotas, todavía está en marcha la campaña del 2021, que se inició en primavera. Se centró, como es habitual, en la zona vieja y en las principales calles de tránsito peatonal, así como en el ensanche, Benito Corbal y Loureiro Crespo, que coinciden con los lugares desde donde llaman más vecinos para alertar de la presencia de nidos. En total, se recibieron 150 reclamaciones por la presencia de estas aves, se recorrieron 263 tejados y se retiraron 130 nidos, 139 huevos y 45 pollos. ¿Cuál fue el resultado? Lo da a conocer el concejal de Desenvolvemento Sostible, el socialista Iván Puentes: «A poboación de gaivotas baixou moitísimo dende que se iniciaron as campañas de control no ano 2014, xa que agora mesmo temos cen parellas na cidade e hai outro ano situábanse por riba das 200». Además, Puentes explica que se está logrando que no se dé una renovación de las colonias: «Os polos que tiñan que volver instalarse na colonia xa se retiraron hai catro anos, e en consecuencia hai as mesmas gaivotas de sempre, máis vellas. As gaivotas adultas están cada vez máis minguadas e teñen menos ovos».

Igualmente, se consiguió que poco a poco fuesen desplazando los anidamientos. Así, las gaviotas extendieron su presencia desde la zona monumental, que era su lugar predilecto, a otros puntos como Benito Corbal o A Parda. El Concello destaca la importante concienciación de los ciudadanos para lograr controlar la población de esta especie. Así, indica que son los propios vecinos los que llaman cada año cuando ven los nidos para que se pasen a retirar. Los pollos de gaviota que se retiran, tal y como establece el reglamento de la Xunta de Galicia, deben ser devueltos a sus hábitats naturales en espacios costeros, como por ejemplo el Parque Nacional das Illas Atlánticas, y eso es lo que se hace.

¿Qué ocurre con las palomas? En el caso de esta especie, las campañas de control se centran sobre todo en el entorno de A Ferrería y la plaza de España, que es donde los hosteleros más se quejan por los problemas que generan las aves, que salen al vuelo con muchas tapas y destrozan al día mucha vajilla. Este año se han retirado ya un total de 238 palomas mediante la instalación de jaulas. El resultado de estas campañas de control también se hace evidente ya: «O número de pombas estabilizouse, o censo sitúase nuns 150 exemplares no contorno da Ferrería e a pandemia só se puido notar un pouco no seu comportamento, ao dispor de maior liberdade para moverse polo casco urbano, pero non chegaron a trasladarse», dice Juan Fraga, de la empresa que realiza las retiradas de palomas.

En el caso de las palomas, los ejemplares capturados son traslados a un centro especializado para su suelta en zonas en las que existan depredadores naturales.