El artista que pasó de poner a la venta su material a llenar la agenda hasta febrero del 2022
PONTEVEDRA CIUDAD
Pablo Méndez Performance, que recibe el premio Xove Empresario de Galicia, prevé que la facturación de este año sea superior a la de antes de la pandemia
10 oct 2023 . Actualizado a las 19:54 h.Pablo Méndez contesta al teléfono desde Ibiza. Este jueves recibe las felicitaciones por el premio Xove Empresario de Galicia 2021 ensayando con su equipo en el Hard Rock Hotel, donde cada verano desde antes de la pandemia actuaban a diario. Iban a empezar el 1 de julio, pero han tenido que adelantar un mes su espectáculo de animación diaria. Es un buen medidor de que el mundo empieza a pensar en la era post covid. Pablo Méndez Performance, la compañía que dirige este pontevedrés, ha dejado atrás un año lleno de sombras en las que las únicas luces llegaron de la mano de algunos Concellos que los contrataron en Navidad. De tener que poner a la venta parte de su material a tener la agenda llena de trabajo hasta febrero del 2022. Esa ha sido su evolución. «No es que la pandemia se haya acabado, pero se ve la luz al final, al menos se ven algunos destellos», explica Méndez, que pese a tener lo que queda de año ocupado, todavía tiene hueco para asumir más carga de trabajo: «Somos capaces de tener varios eventos simultáneos en distintas localidades porque contamos con muchos grupos de trabajo». No hay casi nada a lo que diga que no. «Hubo momentos en los que parecía que nunca iba a girar el rumbo al lado bueno, a lo positivo», confiesa este artista, que pasó de actuar en Las Vegas o Arabia Saudí a estar parado y tener a casi toda la compañía en ERTE. «El verano pasado tuvimos alguna actuación en ayuntamientos de Galicia, pero nuestra facturación cayó un 71%», reconoce con cierto dolor, pero sabiendo que con ese 30 % pudo mantener viva la empresa.
El impacto de Got Talent
Pablo Méndez ha comenzado su particular era post covid. Hace sus cálculos y si no hay nada que los rompa espera cerrar el 2021 con una facturación mayor que la del 2019, cuando las cuentas anuales ya tenían más de seis ceros. Tomar como referencia el año anterior a la pandemia es algo muy positivo porque recuerda que «en el 2019 facturamos ya un 30 % más que en el 2018». En esta previsión tan brutal tiene mucho que ver haber sido finalista de Got Talent. «La tele nos sirvió para llegar a muchos ayuntamientos, piensas que te conoce todo el mundo, pero te das cuenta de que no. El programa nos trajo muchos clientes de este tipo, de concellos que nos quieren para sus fiestas», explica Méndez. Pero también para grandes eventos como el Jardín de las Delicias que se celebrará en Madrid el 25 de septiembre y para el que ya se están vendiendo las entradas.
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Su empresa de eventos pasó de sueño a pesadilla. Pero empieza a despertar
La compañía da pasos firmes para olvidar una pesadilla en la que apenas hubo actividad. Ahora, tiene cerca de medio centenar de personas trabajando entre Pontevedra e Ibiza y la previsión es de seguir sumando artistas para atender la demanda. Cada día reciben una media de cuatro llamadas o email de posibles clientes que los quieren contratar para este semestre. «En la nave hay seis trabajadores poniendo a punto todas las cosas nuevas en las que estamos», apunta.
A principios de año no sabía cuando iba a ser el «despertar». Y para saber de donde venimos todavía recuerda lo que le dijo uno de sus promotores en Madrid cuando estalló el estado de alarma. «Me llamó el 14 de marzo para decirme que aunque se decretaba el estado de alarma no cancelaba el evento porque en unos días se podría celebrar. Aún no se hizo», comenta el responsable de la compañía. De eso ha pasado más de un año y volver al Hard Rock Hotel de la isla balear fue la inyección de rutina que necesitaban. «Fue emocionante y extraño porque todavía hay muchos locales cerrados. Cuando llegamos a Ibiza todavía había toque de queda, pero los hoteles más exclusivos están teniendo mucha gente y a nosotros nos pidieron adelantar nuestras actuaciones», explica Pablo Méndez, que reconoce que llorará el día que pueda tomar una copa al aire libre en un festival de música electrónica. «Eso significará que todo ha pasado», apunta. Él y su compañía han empezado su vuelta a la normalidad.
