Rufo, delantero del Pontevedra CF: «Sé que es momento de estar cabreado, pero pido unidad»

PONTEVEDRA CIUDAD

CAPOTILLO

El jugador madrileño reconoce que necesitan «más que nunca» a la afición, aunque entendería que tras el partido del Oviedo B les silbasen por el rendimiento de este año

17 may 2021 . Actualizado a las 18:19 h.

El Pontevedra CF enfila la semana más decisiva de una temporada de sobresaltos y disgustos. El último, los resultados de las dos últimas jornadas. Dos goles en tiempo de descuento lo dejaron solo con un punto de los seis posibles y con la obligación de empatar o ganar el próximo domingo ante el Oviedo B para salvar el peor año de la historia reciente. A última hora del domingo, un gol de Berrocal para el Villarubia le puso un poco más fácil el panorama a los granates. Hasta ese momento solo le valía la victoria ante el Oviedo B, pero ese disparo del exgranate hace que el empate sea suficiente. Pero para el Pontevedra CF de esta temporada, eso es ya mucho pedir.

Tras asimilar el empate ante el Lealtad casi como una derrota, Rufo pedía unidad. El delantero madrileño ha sido un seguro en los últimos encuentros. Sin ir más lejos, anotó el primer tanto en Asturias y participó del segundo. «Ahora necesitamos más unidad que nunca, es difícil. Sé que es el momento de estar cabreado, pero le pido a la afición que estén con nosotros y después del partido que nos piten, que nos den la mayor silbada del año porque tienen todo el derecho a protestar», explica Rufo, que reconoce que la sesión del lunes ha sido para «limpiar la cabeza y resetear». Precisamente eso, el hacer cuenta nueva cada semana es uno de los aspectos más agotadores para los jugadores, que no han conseguido levantar cabeza. «Está siendo un año muy duro y muy raro, tenemos un vestuario excelente, y mira que yo llevo años en el fútbol, pero es un grupo sano, que se lleva bien», lamenta el delantero. La presión que hay sobre cada uno de ellos les hace difícil saber gestionarla con cada revés del fin de semana. «Puede llegar a superarte», apunta. El equipo llega estos días con lesionados y bajas por sanción, pero ni siquiera esto vale como excusa para descolgarse de la Segunda RFEF. Ya lo hicieron de la Primera, cuando era el objetivo de este año, y ahora deben alejarse de la Tercera.

Después del empate en Villaviciosa y del triunfo del Salamanca, el Pontevedra ocupa la tercera posición del grupo 1, con 31 puntos. La derrota de Las Rozas, del grupo 5, les dio algo de aire en un domingo de desasosiego. Ya no eran el peor tercer clasificado de todos los grupos que pelean por la permanencia. El que tenga menos puntos caerá a Tercera y hasta que acabó el partido de Las Rozas, los granates eran las víctimas. «Está en juego el futuro del club, el evitar una hecatombe. Dentro de lo malo, jugamos en casa y contamos con el apoyo de nuestra afición», apunta Rufo, que pese al desastre, extrae lo positivo: «Analizamos el partido y vimos que de los 90 minutos, 75 fueron muy buenos y logramos hacer un 0-2 a domicilio». Está claro que ese punto de vista da ánimos, pero no son suficientes para enfriar un año demasiado caldeado.