Pinchos vascos elaborados en la PonteVan del CIFP Carlos Oroza de Pontevedra

c. b. PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

CAPOTILLO

15 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El huerto y PonteVan, la furgoneta que da comidas, son quizá dos de los proyectos más exitosos que el centro integrado de formación profesional (CIFP) Carlos Oroza de Pontevedra ha desarrollado en los últimos años. La huerta de la escuela de hostelería se sigue empleando y es un ejemplo de economía circular en lo gastronómico, mientras que la food truck PonteVan, que idearon en el curso 2015/2016 cuatro institutos de FP de la ciudad, sigue rodando.

Ver in situ cómo se saca partido a esos dos recursos educativos es uno de los objetivos de la visita que ayer realizaron al Carlos Oroza miembros de la Slow Food Araba. El encuentro coincidió con un intercambio culinario entre Galicia y Euskadi en el que participaron alumnos de los dos centros, que elaboraron platos recogiendo recetas de abuelas, madres y tías. Los de Euskadi replicaron un menú gallego, y los de Pontevedra, la propuesta vasca.

El profesor de Cocina del Oroza Ricardo Fernández Guerra explicó que la comitiva vasca preparó unos diez pinchos que se sirvieron por la tarde a los invitados en la jornada, entre los que había chefs, periodistas y empresarios. Son pinchos con productos de esa comunidad, de kilómetro 0 y de marca de calidad Araba. La elaboración y el servicio de los pinchos se hizo desde la PonteVan, ya que esta food truck se quiere replicar en el País Vasco, con el apoyo de sus instituciones públicas, para sacarle el máximo partido.

¿Qué prepararon en la furgoneta? Estaba previsto que cocinaran una crema de potxas alavesas, carpaccio de potro, euskaltxerri (cerdo vasco), habas ecológicas con verduras alavesas, chupito de espárragos de Orbiso, chupito de calabaza, ensalada de Martina, albóndigas de Terreña , cucuruchos de Idiazábal y tomates deshidratados con queso de Izoria.

Desde el Carlos Oroza agradecen y se sienten orgullosos de la estela que está dejando su furgoneta PonteVan. Con los vascos, son ya cinco las entidades o centros educativos que han replicado este vehículo que se usa para poner en práctica la formación que reciben los alumnos. Antes que la Slow Food Araba, pusieron en marcha su food truck en La Rioja, Foz, Rennes (Francia) y Cantabria. La Slow Food Araba va a trabajar mano con mano con la Escuela de Hostelería de Gamarra, en Vitoria, tanto en el tema de la huerta como en el de la furgoneta que quieren importar.