«Implantamos el pelo como en Turquía, pero con la calidad de la sanidad española»

Nieves D. Amil
NIeves D. Amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

CAPOTILLO

El pontevedrés Óscar Mendoza pone en marcha Hospital Capilar, en Pontevedra y Murcia y abrirá en julio su clínica de Madrid

28 abr 2021 . Actualizado a las 16:52 h.

La felicidad tiene un precio. En este caso ronda los tres mil euros y devuelve el pelo a los pacientes calvos. Pontevedra cuenta desde esta semana con una clínica de injerto de pelo y la pone en marcha un pontevedrés que deja atrás su etapa en una clínica madrileña para abrir la suya propia y descentralizar un sector que en los últimos años ha crecido un 500 %. Óscar Mendoza abrirá casi de forma simultánea su centro de Hospital Capilar en Pontevedra y Murcia, antes de poner en marcha la de Madrid, donde tendrán capacidad para 48 cirugías diarias.

Uno de los motivos que le llevó a pensar que en Pontevedra había un nicho de mercado es que cerca de trescientos pacientes que tenía en Madrid eran pontevedreses. Lejos de tirar piedras contra Turquía, donde cerca de doce mil españoles acuden cada año desde el 2016 a hacerse injertos de pelo, Mendoza reconoce que «Turquía nos ha abierto las puertas a los injertos. Antes aquí costaban doce mil euros e iban allí porque salían por tres mil, ahora ya cuestan cerca de tres mil euros aquí», explica Mendoza, que el 4 de mayo empezará a hacer ya cirugías en Pontevedra. «Le debemos mucho a los turcos, además de popularizarlo, lo han hecho bien». Los primeros clientes ya han llegado a Hospital Capilar, que todavía ultima algunos detalles de la clínica que acaba de abrir en un local con entrada hacia la plaza de Barcelos y Benito Corbal. «Entre el cuarto y el sexto mes el paciente ya está feliz, pero no será hasta que pase un año cuando se vea el resultado final», explica Mendoza, que se pone como ejemplo del buen resultado de los trabajos que ofrece. «Yo antes era calvo», apunta el responsable de la empresa.

El 90 % de las personas que se someten a injertos son hombres y el 10 % son mujeres que buscan repoblar las cejas o dar mayor volumen en la zona temporal. Los varones, sin embargo, optan por los implantes capilares, pero también demandan los injertos en barba y bigote. «Aquí tratamos de hacer más felices a los hombres», propone Óscar Mendoza que calcula que el precio de esa «felicidad» oscila entre los 2.945 y los 3.445 euros. Eso sí, en Hospital Capilar no hacen imposibles. Muchos clientes llegan con la foto de cuando eran jóvenes buscando recuperar esa imagen nostálgica, pero la mayoría solo «quieren encontrarse bien consigo mismos», apunta el director de la clínica, que asegura que «somos pioneros en implantar el sistema de Turquía con la calidad de la sanidad española». Los únicos casos que no tienen solución son los de los calvos a los que solo le queda pelo en la nuca.

Y, ¿en qué consiste la operación? Los pacientes que buscan dejar atrás la alopecia tendrán que someterse a una intervención que oscila entre la seis y las diez horas. Este es el tiempo que necesitan para un trabajo tan minucioso como el de extraer unidades foliculares de la zona de la nuca para injertarlo uno a uno en la zona a repoblar. «El equipo médico extrae cerca de 1.500 unidades foliculares por hora, en cada una de ellas puede haber varios pelos», comenta Mendoza, que espera que este proyecto, que nace desde Pontevedra, alcance pronto la expansión nacional que prevé que genere cerca de 150 puestos de trabajo a corto plazo. Por el momento, son doce los que trabajan en el centro de Benito Corbal. «Venir a Pontevedra se debe a mi vinculación con la ciudad, llevaba once años fuera y quería tener mayor calidad de vida, además de descentralizar esta oferta para que las provincias tengan acceso a estos servicios tan demandados».