No es un bar, ni un obrador, Mercedes y Silvia abrieron «la cocina de tu casa» en Pontevedra

Nieves D. Amil
NIeves D. Amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Montaron Via Nai, un espacio gastronómico, en el «que todo tiene cabida»

19 abr 2021 . Actualizado a las 09:44 h.

No es una cafetería, ni un bar, ni un obrador, ni tampoco un taller. Lo es todo en uno, es según sus creadoras un espacio gastronómico, o lo que es lo mismo, «una cocina como las de antes en la que todo puede pasar y todo tiene cabida». Silvia Massetti y Mercedes Murga son madre e hija, y ahora también son socias en una aventura en la que las mujeres de la familia están presentes en el espíritu, pero también en el nombre. Via Nai es el nombre de este rincón gastronómico que lleva las iniciales de todas las mujeres que han marcado a la familia Masseti, la mayoría de ellas de origen argentino e italiano, además de un guiño a Galicia, la tierra que acogió a Silvia y a su familia hace 18 años.

Via Nai es un proyecto de vida que surgió poco antes de la pandemia. Un día que Silvia regresaba a casa vio que se alquilaba un bajo en la calle Isabel II y «me enamoré de él». Esa corazonada se unió a la idea de emprender que llevaba un tiempo barruntando en su cabeza y se lo comentó a su hija. Aunque vieron más locales, el flechazo ya las había conquistado y pronto empezaron las obras de un espacio que todavía les cuesta explicar qué es. Mercedes es graduada en Administración y Dirección de empresas y Silvia es técnica en nutrición y dietética, además de instructora en Salud, Actividad Física y Alimentación por el Instituto Argentino de Nutrición. Metieron sus dos formaciones en una coctelera y salió Via Nai, donde ofrecen seis servicios. Aunque cuando empiezan a enumerarlos se dan cuenta de que «queremos que sea la cocina de la gente, la que tenemos en casa, muchos nos han dicho que es la cocina de las casas de la aldea», explica Silvia Massetti. En ella conciben talleres gastronómicos, reuniones de trabajo, cumpleaños, fiestas privadas, catas o eventos interactivos para grupos cerrados. Sobre esta última opción reconocen que «es una actividad muy gratificante en la que establecen un menú con las personas que asisten para ver que preparados se pueden hacer. Unos pueden emplatar, otros cocinan, lo que buscamos es que cada uno se implique en lo que quiera». Y es que lo que buscan Silvia y Mercedes es que sus clientes estén «como en la cocina de su casa».

Abrieron el 2 de marzo

Llevan algo más de un mes abiertas y ya se sienten unas más de un barrio al que se asoman desde varias ventanas. Una física, a través de la que ofrecen su carta, y otra virtual, que las promociona en las redes sociales y donde su hija y hermana Rocío, que vive en Argentina, les echa una mano. «Tenemos una carta de productos que ofrecemos en la web, pero hay que encargarla 48 horas antes porque lo elaboramos con productos frescos y locales.

Esa es otra de las máximas con las que nació Via Nai. «Comer es un placer, pero cada vez nos preocupamos del origen de los productos, apostamos por la calidad y no por la cantidad porque debemos ser responsables y cuidar desde el origen de la materia prima hasta el compost de los residuos», apunta Silvia Massetti. Esta nutricionista reconoce que en su local «todo es posible». Y lo es porque se sientan con el cliente para adaptarse a sus propuestas. «Abarcamos todo lo que se puede hacer en una cocina», señala la madre, mientras Mercedes reconoce que hasta «me gustaría que hubiese aquí una pedida de mano». Por su cabeza brotan las ideas y las iniciativas y se imagina las luces tenues que iluminan la piedra detrás de la cocina y el resto del local a medio gas como el escenario más romántico para una cita.

En esta aventura que aún está dando sus primeros pasos hablan con la pasión de quienes defienden un proyecto de vida, que además les ha valido para conocerse, si cabe, aún más. «Estoy descubriendo una hija que tenía más fuerza de lo que pensaba y muy profesional», explica Massetti, que a sus 56 años combina esta pasión con un trabajo eventual como nutricionista en pediatría en el hospital Álvaro Cunqueiro. Mercedes también ha redescubierto a su madre. «Hacemos un buen equipo, nos complementamos bien». A estas dos patas le falta la tercera, que es Rocío, la otra hija de Silvia y hermanda de Mercedes, que es publicista en Buenos Aires, de donde esta familia salió hace dos décadas «para darle un porvenir a sus hijas». Ya no se imaginan en otro sitio que sea Pontevedra ni otro lugar que no sea Via Nai.