Lupe Murillo, reelegida consejera del Pontevedra CF con las cuentas como mejor aval

Nieves D. Amil
NIeves D. Amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

El club arrojó un beneficio de 1.800 euros en un año marcado por la pandemia. La deuda baja del millón de euros , al reducir 727.000 en seis años

12 abr 2021 . Actualizado a las 21:51 h.

Lupe Murillo seguirá, casi con total probabilidad, al frente del Pontevedra CF después de que la junta de accionistas la reeligiese este lunes consejera con el 100 % de las acciones con derecho a voto presentes en la asamblea celebrada en el Pazo da Cultura. Será ahora el consejo de administración el que la haga presidenta. La reducción de la deuda y las cuentas de los últimos seis años avalan su trabajo al frente de un equipo que no atraviesa su mejor temporada deportiva. «No somos lo peor, somos los mejores de Galicia y así tenemos que sentirlo, pero los socios estamos más ocupados de si nos va mal, bien o regular o de si podemos criticar a uno u otro, no hay ilusión. Esto es una crítica para todos y para mí misma, cada domingo no veo lo bien que lo puedan hacer los jugadores, solo veo los fallos. Así somos. Y eso elevado a la quinta potencia y con maldad, genera desafección. O estamos todos unidos o este club no tiene futuro». Con esta afirmación tan contundente en un discurso que más parecía de despedida que de continuidad, Murillo cesó como presidenta y siguiendo los estatutos del club se presentó a la reelección como consejera.

Antes de llegar a ese punto y acompañada en la mesa por el consejero económico del Pontevedra, Enrique Mariño, presentaron las cuentas correspondientes al ejercicio 2019-2020. Cerraron el año de la pandemia con un superávit de 1.894 euros y manejan un presupuesto para la actual campaña de 1,3 millones de euros, que esperan cerrar con un beneficio similar al del último ejercicio. «Lo hemos logrado en unas circunstancias que han sido muy duras porque en marzo se truncó todo y no sabíamos lo que iba a pasar. A pesar de quedarnos sin taquillas, ha habido superávit», explicó Mariño, antes de entrar a desgranar las cuentas de pérdidas y ganancias de las últimas dos temporadas y la previsión económica de la actual.

Reducción de deuda

Al margen de las cuentas anuales, Mariño aportó el balance de los últimos seis años de gestión del actual consejo de administración, en el que por primera vez se redujo la deuda por debajo del millón de euros. Desde la temporada 2013-2014 se ha amortizado más de 720.000 euros del 1,7 millones (367.000 a acreedores a largo plazo y 1,3 millones a corto plazo) que adeudaba el Pontevedra CF. De la misma forma, recogió un beneficio en las últimas seis temporadas de casi 300.000 euros, siendo el menor (1.894 euros) el de la temporada interrumpida por el covid. Lupe Murillo apuntó durante la exposición de Enrique Mariño, que a los 1,7 millones hubo que sumar casi trescientos mil euros más «de las sorpresas que nos encontramos del anterior presidente, José Manuel Fernández, y de Milo Abelleira».

Los puntos económicos fueron aprobados por el 65 % de los accionistas después de que José Luis Tilve, consejero del club desde el año pasado, advirtiese de que recurriría judicialmente el proceso. Los votos en contra representaban 321.00 acciones, a nombre del sector conservero y de la alimentación. Para el presupuesto de la temporada 2020-2021, el club hace una previsión de ingresos de 1.372.786 euros, después de reducir el ingreso por abonados y socios en casi cien mil euros respecto al año pasado. En el apartado de gastos previstos, el mayor incremento es el de personal, para el que se destinan 867.000 euros con unas cargas sociales de 240.000.

Antes de finalizar la junta ordinaria, algunos accionistas presentes en el Pazo da Cultura pidieron «autocrítica» al consejo de administración. Lupe Murillo, que admitió que solo los que toman decisiones cometen errores, citó a Albert Einstein para explicar su silencio a lo largo del los últimos años. «Muchas veces me dicen que cuento poco, pero, como decía Einstein, hablar de la crisis es promoverla y aclararla es exaltar el conformismo. Y yo no soy conformista. He pecado de no hablar mucho, pero nuestro papel es dirigir. Cuanto mejor imagen tengamos, más jugadores buenos querrán venir y seremos más respetados, que ya lo somos», explicó la hasta ahora presidenta, que advirtió que esto es el fin de una etapa «en la que tocará hablar de muchas cosas».