El concurso de la camelia previsto en Vilagarcía tendrá que esperar al otoño

Bea Costa
Bea Costa VILANOVA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

MARTINA MISER

El Concello confía en que la pandemia remita y poder celebrar la 57 edición en noviembre o diciembre

07 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

En el medio siglo largo de historia del Concurso Internacional de la Camelia nunca hubo que suspender, pero es que nunca se cruzara en su camino una pandemia. La edición del 2020 se salvó por la campana y pudo celebrarse justo antes de decretarse el confinamiento. Entonces pocos pensaban que un año después el covid-19 seguiría fuerte y que la 57 edición no iba a poder celebrarse según lo previsto; en primavera y en Vilagarcía.

La situación sanitaria no lo permite, pero en el Concello no quieren que la ciudad pase a la historia como la primera que tuvo que renunciar a celebrar la exposición desde aquella primera edición de 1965, que tuvo lugar en Pontevedra. En Ravella la mantienen en su agenda y están pensando en trasladarla al otoño, a noviembre o diciembre. En todo caso, la decisión definitiva se tomará después del verano atendiendo a la evolución de la situación sanitaria. Sería el primer Concurso Exposición Internacional de la Camelia que se celebra en otoño. No es la mejor época del año, pero, como bien saben los expertos, en noviembre ya florecen algunos árboles.

Hay precedentes -en Boiro celebran su certamen en diciembre- y, desde luego, la propuesta plantea un reto. «Será una exposición diferente, con flores más sencillas, pero muy decente. Habrá más sasanqua, que son las camelias más olorosas, poca japónica y lo que no habrá es reticulata, que salen ahora, en abril», según explica la presidenta de la Sociedad Española de la Camelia, Carmen Salinero. El cambio en el calendario posiblemente obligue a modificar también los premios, pero todo apunta a que no faltaría ni el oro ni el premio Antonio Odriozola.

Este certamen pasa por ser el más importante en la agenda de la sociedad española, tanto por el número de visitantes como por la calidad de la flor, y se convierte en un revulsivo turístico allí donde se celebra, aunque está por ver cómo afectarían las restricciones a la movilidad en la edición de este año. Su emplazamiento rota entre Vigo, Pontevedra y Vilagarcía y muy mal tendrían que ir las cosas desde el punto de vista sanitario para que no se pudiera celebrar la edición del 2021 en la ciudad arousana.

Lo que se ha perdido ya es la presente temporada; con las restricciones a la movilidad resultó imposible organizar las habituales exposiciones en Rubiáns, Valga, Cambados, O Grove o Vilanova..., aunque hubo quien no se resignó a dejar las flores en el árbol. En Salceda de Caselas, por ejemplo, se desarrolló el mes pasado una iniciativa que llenó de camelias espacios del pueblo y en Tui y Lugo organizaron exposiciones virtuales a través de las redes sociales. 

Lo que no se paraliza es la Ruta da Camelia Rías Baixas; algunos jardines llevan cerrados meses, caso del de La Saleta en Meis, pero otros siguen abiertos a las visitas adoptando las correspondientes medidas de seguridad.