Pontevedra redujo en una década un 35 % la factura energética del agua

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

La disminución de emisiones de carbono equivale a una plantación de 16.000 árboles

02 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace diez años, el sistema de abastecimiento que lleva agua corriente a los hogares pontevedreses precisaba para funcionar unos 3,8 millones de kilovatios hora (kW h) anuales. En la actualidad, ese consumo energético se ha reducido un 35 %, hasta los 2,5 millones de kilovatios hora que se emplearon el año pasado.

Hay algunas cifras que necesitan un cierto grado de contextualización para poder entenderlas en su justa medida, así que para hacerse una idea de lo que supone esa cantidad de energía que consume el ciclo del agua en Pontevedra basta señalar que el consumo medio de una vivienda española ronda los tres mil kilovatios hora anuales. Por lo que un consumo de 2,5 millones es el equivalente a cerca de un millar de hogares. Y una reducción de 1,8 millones de kilovatios, que es la lograda en la última década en Pontevedra, no es una cifra nada desdeñable.

En estos tiempos en los que el cambio climático, la huella de carbono o la lucha por el sostenimiento del planeta están a la orden del día, cabe hacer otra comparativa: al reducir en 1,8 millones de kilovatios hora el consumo energético, se han dejado de emitir a la atmósfera más de 320.000 kilos de dióxido de carbono (CO2). Es la cantidad que absorbería en un año un bosque de 16.000 árboles.

Pero al mismo tiempo que ese consumo energético ha ido bajando en estos diez años, la demanda de agua ha seguido un camino inverso y se han ido sumando nuevos domicilios a la red -hoy casi el 90 % de los hogares tienen conexión a la red municipal- así como ha ido aumentando el consumo de otros municipios. En el 2020, la red de distribución municipal de agua suministró 9,5 millones de metros cúbicos de agua potabilizada, de los que 3,9 se consumieron en Pontevedra y 4,6 llegaron a hogares y negocios de municipios como Poio, Marín, Bueu, Vilaboa y Sanxenxo, según datos facilitados por la empresa concesionaria, que gestiona toda la red municipal, Viaqua.

¿Cómo es posible que se haya necesitado menos energía para suministrar más agua? Existen varios factores que han influido en la reducción del gasto energético, pero todos están relacionados con la eficiencia en la gestión del sistema.

Una de las claves está en la planta potabilizadora de Couso, en Lérez, por la que pasaron en el 2020 esos 9,5 millones de metros cúbicos de agua. Se ha duplicado la conducción desde el embalse del Pontillón de Castro, lo que permite reducir el bombeo desde la captación del río Lérez en Monte Porreiro. Y si se bombea menos, se consume menos energía eléctrica. Actualmente, el 50 % del agua que llega a la potabilizadora lo hace por caída al estar el embalse en una cota superior a la de Couso.

Minicentral eléctrica propia

Además, se aprovechó esa llegada del agua por gravedad desde el Pontillón para instalar en la potabilizadora una minicentral eléctrica que ya permite que la planta sea autosuficiente: toda la electricidad que consume se genera allí mismo, logrando un ahorro más que evidente.

Pero hay otro factor determinante: la eficiencia del propio sistema de distribución, que ha logrado reducir al mínimo las fugas de agua. El rendimiento de la red pontevedresa sitúa en la actualidad el «agua registrada» en el 92,27 %. Se trata del porcentaje de agua que entra en la red municipal y que llega al usuario final, es decir, que pasa por contadores.

Hay un 4,83 % del agua «no registrada» que se aprovecha igualmente, ya que va a servicios municipales como bocas de riego y similares. Apenas el 2,9 % es agua que se pierde por fugas en la red. Una inversión millonaria en los últimos años en la red subterránea ha reducido este porcentaje por debajo del 3 %.

El municipio logra ya objetivos fijados por la legislación para el año 2030

Esos datos de eficiencia en la red de abastecimiento de agua no hacen sino situar a Pontevedra en un puesto de vanguardia a nivel nacional. El porcentaje medio de «agua registrada» en municipios de entre 50.000 y 100.000 habitantes se sitúa en el 71 %, y la ciudad del Lérez supera el 92 %. Esa cifra estatal se recoge en el Estudio nacional de suministro de agua y saneamiento elaborado por la Asociación Española de Empresas Gestoras de los Servicios de Agua Urbana y publicado el año pasado.

Además, ese porcentaje también hace que Pontevedra supere ya de largo objetivos fijados por la comunidad autónoma para el 2030. La Estratexia Galega de Economía Circular, un documento elaborado por la Xunta, fija como de obligado cumplimiento para esa fecha, dentro de nueve años, que el porcentaje de agua no registrada sea inferior al 20 %. Pontevedra ya está a día de hoy en el 7,73 %.

Movilidad y compostaje

No es el ciclo del agua el único parámetro en el que Pontevedra va por delante de esa estrategia gallega de economía circular, ya que el documento también apuesta por «posibilitar a mobilidade non motorizada ofrecendo percorridos eficientes e seguros para a mobilidade peonil e en bicicleta». El objetivo que fija la Xunta es que el uso del coche privado en las ciudades gallegas baje del 60 % al 20 % en el 2030. Pontevedra cumple también en la actualidad ese ratio.

Y está muy cerca de lograrlo igualmente en lo que se refiere a gestión de residuos, para la que prevé que en el 2030 el 15 % de los biorresiduos se gestionen mediante compostaje in situ.