Viaja a Rusia con frecuencia.
Hasta el estallido de la pandemia, viajaba cada año a Rusia para estar con su familia. «Tengo allí hijos y nietos», explica Alexander, en un español todavía muy marcado por su acento ruso. Su mujer está aquí con él y ahora espera poder regresar a Rusia un par de meses coincidiendo con los Juegos Olímpicos de Tokio. Y sobre qué pasará cuando se jubile, no lo tiene muy claro. Está demasiado feliz en Sanxenxo como para dejar todo y regresar a Moscú, pero también echa de menos su país, así que por el momento prevé repartirse entre sus dos patrias, aunque no tenga fecha de jubilación en su agenda. «Estoy muy bien para poder seguir entrenando mañana y tarde, no tengo ningunas ganas de retirarme. Además en Galicia hay gente muy buena y tengo una gran relación con la federación», explica Alenxader, que en el 2017 recibió la distinción al mérito deportivo de manos del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo. «Desde que llegué a España he conseguido cerca de 200 campeones de España para los luchadores de las distintas categoría», apunta.
Su idea es seguir sumando reconocimientos y formar a los próximos campeones. Ahora se fija en Lydia Pérez. La luchadora pontevedresa peleó este fin de semana en el preolímpico europeo por una plaza en Tokio 2021. «Los luchadores de aquí tienen muchas cualidades que los hacen estar entre los mejores», apunta Kachelaev, que con 20 años llegó a ser campeón de la Unión Soviética y a entrenar a algunos de los deportistas soviéticos más laureados, como Arse Fadzayev, que fue campeón olímpico en dos ocasiones y hasta seis veces oro en el Mundial de lucha. Desde hace años es el encargado de la sección de lucha del CGTD y aunque en ocasiones cuenta con el apoyo de Marcos Miragalla, lo habitual es que esté él solo.