El polígono de Barro-Meis cuenta en su contra con el rechazo del Concello a su instalación allí de Ence y además, carece de superficie real disponible para albergar el complejo fabril. Es necesaria una superficie de 35 hectáreas como mínimo para una fábrica como la de Pontevedra y esa extensión no está disponible en ese parque empresarial.
Voluntad de diálogo
La compañía reiteró ayer su «total disposición al diálogo y a mantener las reuniones necesarias con la Administración estatal, autonómica y local, así como con los representantes de los trabajadores, para colaborar en la búsqueda del mejor futuro posible para la planta».