La hostelería se va de «entierro» a las puertas de la reapertura de terrazas

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

CAPOTILLO

Depositaron sus utensilios de trabajo en un ataúd que llevaron a la protesta

25 feb 2021 . Actualizado a las 13:25 h.

Precedidos por una marcha fúnebre y los tambores redoblando en la cabeza de la manifestación, los hosteleros volvieron ayer a las calles simulando su entierro. Recrean una muerte en la que aseguran que llevan 11 meses y que en esta ocasión estuvo acompañada de otras protestas en una veintena de municipios de Galicia. La de Pontevedra arrancó poco después de las once de la mañana y recorrió el centro de la ciudad para escenificar el sepelio en la plaza de España.

A los hosteleros se unieron una caravana de coches de proveedores, que sufren las consecuencias de estos cierres. «Todo depende da nosa capacidade e constancia, ninguén vai levarnos un presente á casa», explicaron en un manifiesto que aplaudieron los cientos de profesionales que coparon ayer el centro de la ciudad. Tras su llegada a la plaza de España montaron una especie de velatorio y cada uno de los asistentes depositaba en el ataúd una de las piezas con las que trabajan en sus locales. Algunos depositaron juegos de café, otros optaron por pinzas, hay quien escogió parte de la vajilla e incluso cuberterías. Todo era válido para decir con imágenes cuál es su sentir. La portavoz de Hoempo, Elena Vitoria, reconoce que ya no se trata de unas ayudas que tacha de «perversión», sino de la necesidad de que los rescaten para que cada primero de mes no sea una palada más para cavar su tumba. Acompañada de Dani Lorenzo, nuevo presidente de Hoempo, y de los distintos miembros de la directiva advirtieron de que «si fora certo que nós somos foco de contaxios, os primeiros contaxiados e os primeiros mortos por coronavirus seríamos nós, e non é así». Llevan demandando desde el inicio de la pandemia que «non somos o problema, somos a solución, acatamos dun xeito exemplar as normas extremas que nos impuxeron». Muchos lamentan haber invertido en mamparas y desinfección para estar cerrados.

Desde Pontevedra, al igual que desde otros puntos de Galicia, recordaron que «somos empresas intervidas» por el Gobierno porque no puede desarrollar su trabajo. Casi en la víspera de que puedan retomar parte de la actividad, los hosteleros recalcan la importancia de no seguir perdiendo dinero mes a mes con medidas que son insuficientes y que ponen contra las cuerdas a «propietarios de negocios, empregados, provedores, o sector primario, aos pequenos propietarios dos baixos e aos comercios, todos ligados a unha economía circular». El próximo 13 de marzo estarán en Santiago.