Pontevedra: Colas para entregar los libros pendientes y cestitos obligatorios para retirar los siguientes en la reapertura de la biblioteca
Pese a estar el aforo limitado al 30 %, la actividad fue incesante ayer
Pontevedra La Voz
Después de tres semanas con las bibliotecas cerradas, el primer día de actividad en la de Pontevedra, aunque el aforo era del 30 %, fue una especie de vuelta al cole en la que los usuarios hacían colas para entrar y los trabajadores del centro los recibían con la sensación de que el ajetreo no acabaría nunca. «Estamos trabajando a cuatro manos», decía ayer una de las empleadas.
Los que tenían que devolver algún libro lo hacían en la planta baja a través del escáner habilitado y se acumulaban un unos carros que había que vaciar cada poco tiempo para volver a empezar. «Esto nos supone repetir el trabajo cuando subimos los libros, tenemos que comprobar que no haya ningún error y devolverlos a su sitio», indica esta empleada poco antes de cerrar al mediodía. Y si así era la devolución, a la hora de retirar un libro el sistema era nuevo. En la planta de abajo había unos cestillos que se convertían en una especie de control de aforo de las plantas superiores. Solo se podía subir con uno de ellos en el brazo, de tal forma que si no había ninguno abajo, el usuario debería esperar a que alguien bajase. «Si no había ninguno significa que no pueden subir», comenta una de las bibliotecarias.
Las instalaciones se cerrarán al mediodía para hacer tareas de desinfección antes de volver a abrir por la tarde. Hasta las 21.00 horas continuarán recibiendo usuarios después de tres semanas cerrados.
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