«Los niños no deben pelear por medallas»

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

RAMÓN LEIRO

Paco Casal lleva 12 años trabajando para hacer de los palistas un grupo que se apasione con el deporte

07 feb 2021 . Actualizado a las 22:02 h.

Paco Casal casi no tiene horas libres. Tiene una familia de sangre a la que dedica su vida, pero pasa muchas tardes con su otra familia, la del Club Naval, a la que enseña desde hace 12 años cuáles son las claves para que esa mirada ilusionante de los niños se siga manteniendo en las categorías sénior. Le da trabajo y seguramente muchos dolores de cabeza, pero ha logrado un equilibrio del que espera seguir cosechando frutos, al menos hasta que me jubile. «No sé si con 65 años me veré enseñando a los más pequeños, pero por ahora me queda mucho tiempo de entrenamientos», comenta Paco Casal. Él empezó a subirse a una piragua con 12 años y no se ha vuelto a bajar. Primero como palista y después como entrenador. Estuvo destinado en Mallorca y cuando regresó por trabajo a Pontevedra empezó a tener contacto con el Club Naval. Las categorías inferiores fueron su primera toma de contacto con esta faceta, pero casi sin saber cómo pasó se dio cuenta de que estaba pendiente de todas las categorías.

El Club Naval de hoy poco tiene que ver con el de hace una década. «Cuando llegué estaba un poco desnortado, sin una metodología deportiva ni una buena dinámica de grupo. Así que con la experiencia que tenía, intenté recomponer el grupo y lo hice empezando por los más pequeños. Para mí las categorías inferiores son las más importantes», comenta Paco Casal. Esa labor de aprendizaje desde los cimientos llevó al club presidido por Carlos Paz a lograr muy pronto resultados a nivel nacional con la categoría sénior. Esos niños que dieron sus primeras paladas con Paco estaban triunfando en el resto del país y dando más espacio en el palmarés nacional al Club Naval. «La cantera es el vivero que tenemos que cuidar», apunta el entrenador, que asegura que si algo bueno se puede sacar de un 2020 en negro por el covid es el aluvión de peticiones de familias que querían apuntar a sus hijos. «Somos un deporte al aire libre y eso da seguridad, en verano hubo una verdadera avalancha de niños», comenta este entrenador pontevedrés.

Lamenta que ahora hayan vuelto a tener que entrenar de forma individual por las restricciones. «El verano fue brutal, pero en estos momentos no podemos utilizar las instalaciones, cogemos las piraguas y las palas como podemos y organizamos, salimos al agua, pero ahí la Xunta nos autorizó a ir sin mascarillas», comenta. Ni el frio ni el covid los aparta del agua, si acaso la carga académica de los deportistas hace que a veces sea una yincana el poder entrenar. «En los últimos siete u ocho años es complicado que los niños tengan tiempo para entrenar, eso antes no pasaba nunca», comenta este entrenador, que reconoce su lucha para que algunos de sus palistas puedan cumplir con los entrenamientos semanales. «Los chavales ahora tienen agendas que parecen adultos», lamenta.

Aprender sin presión

A pesar de esos contratiempos, Paco Casal reconoce la importancia de inculcar el deporte a los más pequeños sin la presión de la competición y las medallas. «Las categorías infantil y alevín son de aprendizaje, no de conseguir medallas, eso hay que dejarlo para cuando estén en júnior», apunta el entrenador, que recalca, a pesar de que la tendencia en muchos clubes es la contraria, que «cuando eres niño lo importante es que aprendas y no pelees por medallas, no se les debe machacar». Este entrenador pontevedrés cree que este es el mejor camino para poder llegar a sénior y seguir amando el piragüismo, como le ha ocurrido a él. El motor que le empuja a seguir yendo cada tarde a entrenar no es económico, la energía la carga cada vez que ve como un niño se ilusiona con lo que hace. «Los chavales de ocho o nueve años tienen esa ilusión en la mirada cuando experimentan cosas nuevas que es increíble y que luego se pierde cuando se van haciendo mayores. Es alucinante ver la cara de sorpresa y felicidad cuando le dices que hagan algo y ven que les sale», comenta Casal.

Después de 12 años en el Club Naval sigue teniendo objetivos. Y cada vez más ambiciosos. «Es un club histórico, somos humildes, pero nuestros objetivos son grandes, queremos seguir en los primeros puestos en la liga nacional sénior», subraya Paco Casal, que se muestra orgulloso de ver como muchos de esos niños que empezaron con él se codean ahora con palistas becados en centros de alto rendimiento o que pertenecen a clubes muy fuertes de todas las puntas del país. «Con poca cosa, hemos conseguido mucho. Nuestra intención es seguir haciéndolo», señala antes de salir al agua.